ANECDOTAS
LAMBAYECANAS “REBUSCADAS”
Las anécdotas son relatos breves
que giran sobre hechos reales, pero a veces para hacerlos más atractivos es
posible se exagere en ciertas cuestiones. Siempre recordaremos las anécdotas de
Nixa o de “Lata” Rázuri, por lo que quise buscar y buscar
En “Semblanza del Coronel Manuel
C. Bonilla” de María B. de Gaviria. publicado en la Revista del Centro de
Estudios Histórico –Militares del Perú N° 21 - 1973-1975)
Manuel C. Bonilla C.
En 1904 se le encargó al Sargento Mayor en esos momentos Manuel C. Bonilla Castro (Eten 1873 / Lima 1954) la organización de los cordones sanitarios de Paiján y Pacasmayo, pueblos que venían siendo asolados por la peste bubónica, misión que cumplió con abnegación alcanzando el éxito esperado.
Aquí viene el anécdota: “Cuando estaba semidormido y se le hablaba,
contestaba en forma coherente. El Ministro de Guerra, de aquella época, le
envió un telegrama que decía: DIGA MEDIDAS IMPEDIR ENTREN RATAS, y su ayudante
se lo leyó cuando estaba él recostado, creyéndolo despierto inmediatamente tuvo
la respuesta: FORMAR CORDON GATOS. Creyendo era una clave, su secretario lo
envió se armó en Lima tremendo
laberinto”.
Siendo Presidente Consejo de Ministro Germán Leguía y Martínez (Lambayeque 1861/Lima 1928), era conocido por su seriedad y dureza en sus actos políticos con el apelativo de “El Tigre” , es por eso que en 1921 en la revista “Variedades” N° 684 en la sección “Chismografía Nacional” (Frases, anécdotas, tradicioncillas de toda época y de todo color, menos del subido)Firmado por ALEX. Le recuerdan un anécdota sobre cuando era niño dulce, tímido, huraño y montubio.
En el “Almanaque Peruano” (Anuario Militar) de Juan Miguel
Galvez de 1932 hay una recopilación de anécdotas hechas por Enrique Demetrio
Tovar y Ramírez ((1890/1947) autor de muchos libros entre ellos Gran
Diccionario de la Lengua Española (1942), tituladas “Virutitas Históricas” y
entre ella hay una de nuestra región.
Titulada POR NO CAMBIAR DE DISCO, siendo la siguiente: “Cierto
Alcalde distrital de Chiclayo tuvo necesidad, hacia fines del pasado siglo, de
pronunciar un discurso a nombre de la población, pues tratábase de saludar al
Prefecto del departamento a su paso por allí. Mas como nuestro héroe no pudiese
escribir por si mismo la pieza oratoria, marchó a la misma capital de la
provincia, en donde un tinterillo “muy leído” le confeccionó el discurso.
Llegado el día dl arribo del Prefecto, el bueno del Alcalde
recitó de memoria el trabajo “del otro” y obtuvo éxito estupendo. Todos le
dieron sendos apretones de manos y se escucharon algunos Hurahs a la dignísima
autoridad comunal. El discurso fue excelente….Es indudable que el tinterillo
hizo el trabajo a conciencia. Comenzaba la inmortal pieza así: “Si hay momentos
felices en la vida, el presente es uno de ellos…”.
Amigos y adversarios del Alcalde orador, comentaron el
discurso, y procuró nuestro hombre no olvidar ni una sola palabra de su mágica
oración que tan bien impresionara a su señoría el Prefecto.
Pocas semanas mas tarde, en circunstancias muy distintas y
ante muchedumbre diferente de aquella que asistiera a la recepción del
Prefecto, fue el Alcalde invitado a hacer usa de la palabra.
El jefe de la comuna recordó su éxito oratorio, y sin fijarse
que hablaba ante un ataúd, ante el cadáver de uno de los ediles de su Concejo
presisamente, comenzó: “Si hay momentos felices en la vida, el presente es uno
de ellos….”.
Y aquel día el señor Alcalde no pisó los umbrales de la inmortalidad,
ciertamente”.
Estas son algunas anécdotas, que deleitará con su lectura, para conocer algo más de nuestra región.
No hay comentarios:
Publicar un comentario