martes, 20 de abril de 2021

EL ABUSO CHILENO EN LOS PUEBLOS LAMBAYECANOS

 



EL ABUSO CHILENO EN LOS PUEBLOS LAMBAYECANOS

La segunda ocupación de las tropas chilenas al departamento de Lambayeque se inicia el 12 de abril de 1881, a cargo del coronel Eulogio Robles



                                                                    Eulogio Robles 

 y luego por José Umitel Urrutia quien muere trágicamente en el mes de marzo de 1882, arrojándose a la calle desde el balcón de su casa en Chiclayo, en un acceso de delirio causado por la fiebre amarilla que asolaba nuestro departamento. 


                                                    José Umitel Urrutia

También en esos días falleció en Lambayeque el Capitán comandante de las fuerzas chilenas allí destacadas; lo peculiar en este caso fue que sus restos fueron enterrados en una bóveda de la Iglesia San Pedro, siendo su cadáver llevado a ella por ocho hombres del pueblo obligados hacerlo ya que los soldados chilenos tenían miedo a contraer el mal.



Iglesia San Pedro, unos años después, donde fue enterrado el oficial chileno
                                                         

El trece de mayo de ese año de 1882 asume el mando político militar del departamento de Lambayeque el Coronel chileno Demetrio Carvallo, quien tiene la tarea de luchar contra dos enemigos; el visible que eran fuerzas de resistencia como la de Manuel Becerra Silva y otros que venían desde los límites con Piura en el norte y el otro, enemigo invisible que era la fiebre amarilla.


                                                       Carvallo (el de pie)

No olvidemos el dos de agosto de 1882 que se realizó un enfrentamiento entre las tropas de Becerra y las tropas chilenas que regresaron a Chiclayo, enfrentamiento que se dio en el Parque Principal por espacio de unas horas, que ante la superioridad chilena tuvieron que retirarse por el camino a la sierra. 



Hubieron varias bajas y un prisionero por parte de los montoneros de Becerra; un muchacho de 18 años que entusiasta se había enrolado a sus huestes, el que al día siguiente fue fusilado en el atrio de la Iglesia en construcción (nuestra hoy Catedral).



              Grabado de unos años después, donde fue fusilado un compatriota

Tampoco podemos olvidar la acción meritoria de pobladores indígenas de Ferreñafe que al pasar el tren de Eten a Lambayeque lo asaltaron y tomaron prisionero a un soldado chileno llamada Dorador. O la triste orden de Carvallo de incendiar todas las viviendas de la caleta de San José al negarse sus habitantes a proporcionarles pescado fresco para sus tropas.

Sin dejar de mencionar las acciones de resistencia de las montoneras acaudilladas por Soberón y Cornejo (Personajes olvidados hasta hoy) quienes el 16 de diciembre de 1881 , mal armados con unos cuantos fusiles , machetes y puñales atacaron cerca de Motupe a un destacamento chileno haciéndolos fugar y causándoles 5 muertos. Resaltando aquel 15 de setiembre de 1882 en que las tropas de Becerra derrotan a los chilenos en el cerro “El Cárcamo” causándoles casi doscientos muertos y tomando como trofeo de guerra pertrechos y cien caballos, siendo esta la acción mas resaltante por el número de bajas infringidas al enemigo.

El Jefe político militar Demetrio Carvallo ante la aparición de montoneras en la parte norte del departamento de Lambayeque y la negativa al pago de “cupo de boca” (viene a ser el pago con víveres) por algunos distritos, ordenó a sus oficiales Machuca, Elías Perry y Tomas Rivera marchen al norte con 50 hombres a cobrar los cupos a los pueblos y a deshacer a los montoneros que incursionaban desde el departamento de Piura.

El batallón Coquimbos parte en la primera quincena de noviembre de 1882 y ocupa sin dificultad los pueblos de Ferreñafe y Mochumí que se encuentran en ruina ya que hacendados de las partes altas del departamento mediante tranqueras captaron el agua del rio La Leche dejando a Mochumí en seco; a pesar de eso sus habitantes pagaron los cupos impuestos.

A una legua al norte esta Túcume en donde una comisión europea se encontraba realizando trabajos en sus huacas incaicas, continuaron las tropas chilenas haciendo los cobros respectivos, dos leguas mas allá (suponemos era Illimo) los recibieron y festejaron con cabros asados, igual recibimiento hizo el pueblo de Pacora, también de pastores.

Para salvar a la población de mayores males, los alcaldes avisaban la marcha del destacamento al alcalde del siguiente pueblo para que se prepare rancho, alojamiento y abundante forraje.

Las tropas chilenas “descansaron dos días en Jayanca, ciudad de 4,000 habitantes, en su mayoría de raza blanca pura, descendientes de españoles. El alcalde don Ambrosio Ubillús, ilustrado caballero, tuvo para con la división las mejores atenciones”. (Así lo manifiesta el capitán Francisco  Machuca).

                                                 Plaza de Jayanca por esos años

Continuaron a Motupe y de alli a Olmos en una dura jornada bajo un sol abrazador describiendo a Olmos así: “Olmos, pueblo de 8,000 almas, se halla enclavado  en el desierto, rodeado de bosques de jaimiquis y algarrobos. Su numerosa población se surte de un inagotable pozo, ubicado en medio de la plaza; pero el precioso liquido mana abundante de la roca viva, dos leguas mas al norte, entre los poblachos de Feloque y Cascajal...”. Luego hace mención que cada seis u ocho años llueve copiosamente convirtiéndose en una alfombra verde , siendo la ultima lluvia en 1878 y añade: “ y como un incendio abrasó después la hierba de la pampa, la vista abarca una superficie desolada hasta el confín del horizonte”. (Se refiere al sapote cuando dice jaimiquis)

La tropa chilena continua la marcha por dos días y dos noches sin agua bajo 33° a la sombra durante el día, la tropa camina la noche entera y descansa de 9am. a 3 pm. llegando a Salitral (Piura) con la perdida de 13 bestias por el calor y la fatiga; donde cobran cupo de boca y se enfrentan a la resistencia causándoles doce muertos y varios prisioneros que después de confesar ser del escuadrón de los Coroneles Morian y Goycochea son ejecutados.

Por estos hechos, se condena a conducir con sus empleados de la finca 162 bueyes “gordos, escogidos, palancones” bajo la amenaza de prender fuego a los cercos de algarrobo. De regreso en Motupe reciben refuerzo de 25 zapadores y diez cazadores a caballo, enviando el ganado a Chiclayo con custodia suficiente y persiguen a las montoneras por Olmos y Izcunlás, cobrando cupo a Morropón de 6,000 soles fuertes de plata y a la hacienda Buenos aires, ”otro de 60 mulas escogidas”.

Satisfechas las contribuciones , regresan a Chiclayo después de 41 días de marcha sin perder un hombre y sin gastar en alimentar a la tropa, habiendo cobrado las contribuciones atrasadas a los pueblos mas los soles fuertes de plata y se embarcaron por Eten las 60 mulas y los 162 bueyes gordos.


                              Chiclayo , unos años después de la ocupación chilena

Todo este abuso cometieron contra la población indefensa lambayecana, que ya estaba prácticamente en la miseria por la sequia que se estaba dando y no poder sembrar sus alimentos y al no tener armas sumado a que los jóvenes habían marchado a Lima y al sur para la defensa, no les quedaba otra que ser corteses con el enemigo y dejar la lucha a las montoneras.


                                          Mapa chileno de esos años

BILIOGRAFÍA:

-"Las Cuatro Campañas de la Guerra del Pacífico" por Francisco A. Machuca - TOMO IV 1930 Chile.

-"Nosotros también luchamos en Chiclayo" Mi relato histórico publicado el 2013

ILUSTRACIONES : "El Perú Ilustrado" 1887 , Blog de Jonatan Saona (La Guerra del Pacífico 1879 -1884), Facebook "Antiguas fotos de Chiclayo"

lunes, 12 de abril de 2021

ANECDOTAS EN EL COLEGIO DE MI ABUELO

 

ANECDOTAS EN EL COLEGIO DE MI ABUELO

Mi abuelo Don Angel Octavio Diaz Villegas, nació en Bambamarca el 26 de Julio de 1895 y llega a Chiclayo en 1920 como Preceptor, trabajando en el Colegio San José que estaba bajo la dirección de Karl Weiss, llegando a ser inspector del internado y en 1925 nombrado Director de la Primaria, habiendo sido maestro de cognotadas figuras como Andrés Towsend Escurra, Miguel Oneto García, etc


                                                              Angel O. Diaz Villegas

Posteriormente trabajó en Chongoyape, Villa de Eten, Puerto Eten, para luego regresar a Chiclayo, laborando en el Liceo “Aguirre” de Moises R. Valiente y posteriormente en 1940 fundar su colegio “Hipólito Unanue” en la calle Lora y Cordero; es aquí donde sucedieron los acontecimientos a contar, los cuales son anécdotas que sucedieron dentro de una pequeña escuelita primaria.

                                 Paso del colegio "Hipólito Unanue" por la Iglesia Matriz


Ya nuestro recordado periodista y poeta Nicanor de la Fuente a inicio de los años 60 le escribió un anecdota en su columna “A Propósito” del diario “La Industria” (12-05-63) titulado “Es usted un Angel” recordando que cuando profesor en el colegio San José enseñaba a sus alumnos su afición a la poesía, años después en los años 80 escribe en otro "A propósito" titulado "El enamoródromo chiclayano"  haciendo referencia  que como Inspector de Parques y jardines del Concejo Provincial de Chiclayo y habíendo un problema de moralidad, con las parejas que acudían al parquecito “Lurín”(que existió en la Av. Bolognesi frente al Politécnico Pedro Labarthe, hizo sacar las bancas y cortar las palmeras. Pero mejor pasemos a los anécdotas:



                                                                 Parquecito "Lurín"


EL EXAMEN FINAL:

A mediados de la década de 1940, en el colegio de mi abuelo, para finalizar el año escolar, se les tomaba entre otras, una prueba oral a los alumnos, ante un jurado de tres profesores, entre los cuales se encontraba mi padre (que temporalmente apoyaba, antes de viajar a postular a la Escuela de Ingenieria en Lima) el alumno que estaba frente a ellos era hijo del sastre Esquives, natural de Reque, que tenia su local en la calle Teatro. Al tocarle la pregunta a mi padre, le dice:

-Haber Marcos Esquives, ¿por que son importantes las aves guaneras?




Este alumno era como buen recano bien empatadito y panzoncito y sus compañeros le decían de apodo “patata”; comenzó a mirar al techo y a todos lados; sus demás compañeros estaban observando desde la puerta del salón y trataban de ayudarlo por medio de señas y gesticulaciones, algunos de ellos se cogían la nariz tapándosela con dos dedos, otros moviendo el brazo desde atrás para adelante con el puño cerrado, haciéndolo de arriba hacia abajo (como queriendo ir al baño), otros de mil y una forma, hasta que Esquives la captó y tratando de disimular se coge la barbilla en actitud pensante y responde:

 ¡ Ah, por su cagada¡

A lo que ante tal imprevista contestación, todos los presentes soltaron la risa por tan ingeniosa respuesta. Aprobando el año.

SE DESPIDIÓ DE SU COLEGIO:

Aquel inicial local del colegio “Hipólito Unanue” era también hogar de mis abuelos que tenían su dormitorio a la mitad de la casa, una noche ellos comienzan a escuchar ruido en los salones que estaban en la parte delantera, era un fuerte ruido como que movían las antiguas y enormes carpetas de madera, levantándose ellos para investigar a que se debían esos ruidos, o si algún ladrón había entrado, pero al llegar a los salones, encendieron la luz y todo estaba normal , las carpetas estaban en su sitio, volviendo a acostarse.




A la mañana , las clases continuaron pero hacia el medio dia , recibe mi abuelo la noticia que uno sus alumnos, había fallecido. Esto fue algo inexplicable.

UN AVISO DEL MAS ALLÁ:

En otra oportunidad, había una señora de edad que ayudaba en la cocina y pernoctaba en una habitación al fondo de la casa, esta señora se enferma y es llevada al hospital de Las Mercedes para su atención, quedando internada.

Recordemos que por esos años los hospitales en el Perú estaban a cargo de las Sociedades de Beneficencia, y Chiclayo no era la excepción; además por motivo de la Segunda Guerra Mundial pasaban por una crisis económica; para mediados de los años 40 se contaba con servicio de agua potable pero no de desague , por lo que habían carretas con un pequeño cisterna abierto que recorrían la ciudad recogiendo las llamadas “aguas sucias” que eran las utilizadas en los quehaceres de la cocina y cada casa sacaba su lata llena para volcarla en esos depósitos.




Continuando con el relato, una mañana mi abuelo se dirigía al baño para asearse, y es al pasar por la cocina , delante de él cae un pesado lavador de fierro enlosado que servía para el lavado de ropa, quedándose completamente sorprendido y sin explicación alguna, olvidándose luego del hecho , con el pasar del día recibe la noticia que dicha señora había fallecido en el hospital. Algo sobrenatural fue eso.

EL BROMISTA RESULTÓ ASUSTADO:

Por esos tiempos, mis abuelos tuvieron que viajar y mi padre se quedó al cuidado de la casa, es entonces que una noche cerca de la media noche comienza a escuchar ruido en los salones que estaban al lado de puerta de ingreso, tomando la decisión de salir a ver que pasaba, pero como protección fue al corral y sacó a un perro grande que tenía llamado “Shep” a quien soltó al llegar a los salones, mientras buscaba el interruptor de luz el perro fue buscando hasta que se escucho un grito: “Welin, agarra el perro” ¿que había pasado?, el vecino y amigo de mi padre Jorge Moreno Coronel, al pasar por la puerta principal y empujarla , se había abierto, ya que se había olvidado mi padre de ponerle el picaporte, y es la razón por que entra haciendo bulla con la intención de asustarlo ya que sabía estaba solo, pero no pensó la reacción de mi padre. Lección que no olvidó el bromista que con el pasar de los años llegó ha ser un alto funcionario bancario.

                                                         Jorge Moreno Coronel


ILUSTRACIONES: Archivo personal y dibujos de Noé Solano V.  del libro ANECDOTARIO NACIONAL de Carlos Fernandez Mora . Costa Rica 1956