lunes, 16 de diciembre de 2019

N.Gonzalez de Vallier




AL ENCUENTRO DE UNA RAREZA BIBLIOGRÁFICA LAMBAYECANISTA



A fines de la década de los 70’s del siglo XX yo era un novato en la búsqueda de libros viejos de Lambayeque o sobre temas lambayecanos. Mis búsquedas no tenían objetivos muy precisos y se centraban en la necesidad de salvar de la destrucción y del olvido textos que en algunos casos eran prácticamente desconocidos puesto que ni siquiera se les mencionaba en las bibliografías disponibles sobre Lambayeque. Por la época mencionada, había junto a la agencia del Banco Popular ubicada en la esquina de Arica con Héroes Civiles un kiosko en el que  un hombre ya mayor vendía libros y revistas viejas. Era una persona algo adusta por lo que siendo yo todavía un jovencito me conduje con cautela a fin de evitar que se molestara. Al hurgar en la ruma de libros del kiosko pensé que debía ser rápido con los ojos para localizar algo interesante; de pronto, divisé un librito forrado con vinifán de color rojo titulado “Andanzas” y comencé a ojearlo, dándome con la sorpresa de leer en uno de los títulos internos “Rumbo a Chiclayo en sus fiestas centenarias”. Mi emoción fue tan grande que inmediatamente lo cerré y lo compré, no recuerdo bien si por uno o dos soles de esos años. Llegué a mi casa y al leerlo me enteré que había sido publicado en 1944 y hablaba sobre los viajes de la autora, N. Gonzales de Valier, por el Perú, Chile y Argentina aunque para mí lo más resaltante era su paso por Chiclayo en 1935, el año del centenario de su elevación a provincia.


                                                                                    Portada del libro

Ha pasado algo más de 40 años del hecho que acabo de referir pero mi recuerdo sigue fresco como si todo hubiera sucedido ayer. Además, hoy tengo preguntas que en ese momento no estaban en mi interés como saber quién fue N. Gonzales de Valier, a qué se dedicó, cuál fue su formación académica y qué la llevó a poner por escrito algunas de sus vivencias durante sus viajes por Sudamérica y el Perú.

Al realizar mis indagaciones, me di cuenta de lo difícil que era encontrar indicios seguros acerca de la autora de “Andanzas” y aunque fue poco lo que hallé creo que servirá para situar mejor su (al parecer) único libro. Se llamó NATIVIDAD GONZALEZ DE VALLIER, fue chiclayana nacida en 1889, estudió farmacia en la UNMSM, y contrae matrimonio con el francés Miguel Vallier, farmacéutico de profesión; vivieron en Lima y tuvieron dos hijos: Miguel Ignacio (Lima 1919 /1975) y Luis E. (Lima 1925 /E.U.?) . Ella cultivó también el dibujo, la pintura, la música y los idiomas.


Ahora veamos lo referente al libro: Consta de 129 páginas y fue impreso en Lima en la imprenta de Enrique R. Lulli del Jirón Azangaro # 549, en 1944. Tiene una portada interior y un indice con los títulos de su recorrido por el Perú; el proemio de seis páginas está firmado por José Pardo Castro, español nacido en 1881, casado con Adelina del Carmen Accinelli Cortez (Chile 1894 /Lima 1969) y fallecido en Lima en 1968. Pardo Castro apunta algunas observaciones respecto al libro de Gonzales: “En crónicas sencillas, la señora González de Vallier relata sus impresiones en forma objetiva y atrayente, sin fatigantes descripciones sin profundizar en los temas”,hace comentario de la situación del indígena , su falta de cultura, la explotación a que está sometido. Agregando: “Otro aspecto de la cuestión lo constituye el alcohol y la coca; el gamonal; el tinterillo, el gobernador, el alcalde y el cura. Son sus peores enemigos.”  Y propone que: “Para extirpar todos estos males necesitase convertir al indígena en propietario individual, instruirle, enseñarle el valor de la vida y hacerlo ciudadano con deberes y derechos”. Algunos de estos planteamientos no dejan  de ser interesantes tomando en cuenta la época en que fueron formulados.


                                                     Vista de Chiclayo en su Centenario 1935


La autora dedica tres capítulos de su libro a Chiclayo; “El origen de Chiclayo hasta constituirse en capital del departamento de Lambayeque”, “Rumbo a Chiclayo en sus fiestas centenarias” y “Los trabajos de irrigación en el río Reque”, capítulos que ocupan  de la pag. 13 a la pag. 31. En el primero hace una rápida descripción histórica que abarca desde las culturas preincas hasta el siglo XX. El segundo capítulo es, según mi parecer, el más interesante. La autora describe su llegada a Chiclayo por vía aérea a bordo de un avión “Douglas” y luego nos da una panorámica de la ciudad a mediados de los años treinta del siglo veinte:
“La ciudad presenta modernos edificios, un magnifico templo debido al tesonero afán de la señora Juana de Plenge. Un alegre y bien provisto Hospital, dotado de una esmerada y eficiente atención, mediante el celo de su director, don Pedro Delgado Aurich. El elegante Palacio Municipal en cuyo piso inferior están las oficinas de Correos, Telégrafos y otras dependencias, a causa de honrosa actividad de don Francisco Cúneo Salazar. El Club social de gran prestancia; la Planta de la Luz Eléctrica de propiedad de don Marcial Pastor; la bien equipada “Cuna Maternal” auspiciada por un grupo conocido de damas chiclayanas; el Mercado de Abastos y vistosas Plazas y plazuelas públicas”. “Existen demás importantes casas comerciales; sucursales de Banco, adscritos en esta capital; Molinos de arroz; la Escuela de Artes y Oficios, en la cual el ingeniero Tupac Yupanqui, le imprime todo el esfuerzo de su acertada dirección. Colegios particulares, los hay de gran prestigio. Está pendiente la iniciativa, para la construcción del Colegio Nacional de San José, cuyo antiguo edificio está muy deteriorado”. “Existe el Camal y así otros tantos edificios de enorme importancia”. Concluye diciendo: “Solo queda pendiente, en manos de nuestro activo Alcalde, la apremiante obra de Canalización de esta ciudad”. (Esto se dio gracias a la Ley de Saneamiento de Chiclayo y Lambayeque N° 7947 promulgada en diciembre de 1934).




Lamentablemente no proporciona detalles de la celebración del centenario. Menciona su visita a la Hacienda Tuman, de propiedad de don Luis Pardo, de la cual dice: “Aún está la esbelta Capilla, teniendo a su derecha la amplia casa del administrador, y a su   izquierda las habitaciones ya modernizadas de los propietarios. La ranchería, se desplaza hacia el contorno derecho, existiendo entre otras tantas ventajas, la Escuela para varones y niñas, poseyendo un campo deportivo, un Cinema y otras distracciones nobles y alentadoras”.



En su tercer capítulo ; “Los trabajos de Irrigación en el rio Reque”, menciona al director de irrigación que reside en Lima, el ingeniero Arturo Wieland.* Además, se entrevistó con el Jefe de Irrigación, ingeniero Max Cerro Cebrian**. Explica que cerca del pueblo de Reque se estaba levantando una extensa compuerta (o toma) y describe así las obras: “……..el traquido de los camiones y carretillas ……..Agréguese además, el ruido potente de las perforadoras neumáticas….”. Explica que se hace esta obra con los Fondos Pro Desocupados y al estar ya por culminar, su costo es de diez mil soles oro. Menciona que también está trabajando el ingeniero Valdivia. *** Y concluye la autora manifestando que esta obra favorecerá a los agricultores de Reque, Monsefú y Eten.
Este es sucintamente el testimonio de una persona que aun habiendo nacido en Chiclayo tenía ya la suficiente perspectiva como para ver nuestra ciudad con ojos de viajero hacia el año 1935. Tengámosla en el recuerdo.

*Se trata del Ing. Arturo Emilio Apolinario Wieland Zuñiga (Huancavelica 1894 / Lima 1985) quien en los años 30 del siglo XX fue Director de Aguas e Irrigación del Ministerio de Fomento y Presidente del Consejo Superior de Aguas.

**En mis búsquedas sobre este personaje, no he hallado referencias específicas de su existencia. Sin embargo, en el 2018 publiqué  mi relato “Luchando contra el paludismo en Chiclayo” en el que mencioné al ingeniero Max L. Cerro Guerrero (Piura 1889/Lima 1973) llegado circunstancialmente a Chiclayo en 1918 con el propósito de delimitar los cultivos de arroz para no afectar a la población de la ciudad. Ahora bien, el ingeniero Cerro fue hermano de don Miguel Félix Cerro Guerrero quien contrajo matrimonio con Isabel Cebrián, de cuya unión nacieron  dos hijos: Miguel Felipe y Vicente Cerro Cebrián. ¿Incurrió la autora de “Andanzas” en un error involuntario?

***Según mis búsquedas, te trata del Ing. Eduardo Valdivia García (Arequipa 1889 / Lima 1984) padre del Ing. Oscar Valdivia Avalos (Chiclayo 1926 / Lima 2009) quien por muchos años fue Director del Proyecto Tinajones DEPTI.

sábado, 30 de noviembre de 2019

Revolucion Balta



TRES NORTEAMERICANOS AFECTADOS POR LA REVOLUCION DE BALTA (1868)


RECORDANDO LOS HECHOS:
En 1864,Dn. José Balta Montero (Lima, 1816- id., 1872) se desempeñó  como subprefecto de Chiclayo. La población chiclayana llegó a  estimarlo por la labor que desplegó  en su cargo. Más tarde, salió desterrado a Chile de donde regresó  subrepticiamente  para luchar contra el gobierno provisional del Gral. D. Mariano Ignacio Prado .Desembarcó en Supe , pasó por Trujillo, huyendo luego a la sierra de Otuzco hasta  terminar su recorrido en Cajamarca ,ya sin recursos para continuar con la revolución. Decide entonces venir a Chiclayo.
El 6 de Diciembre de 1867 por la tarde , ingresó  Balta a Chiclayo con 200 hombres mal equipados .Fue recibido de manera vibrante por los pobladores, con lo que se dio comienzo a la epopeya chiclayana que se conoce como la Revolución de Balta.
El Gobierno respondió enviando al coronel Mariano Pio Cornejo. Éste llegó  a Eten el 9 de diciembre y  algo después se instaló  en el Molino Solf  en cuyos alrededores dispuso su artillería.
El choque entre los bandos se inició el 14 de diciembre y concluyó con el triunfo de Balta en la madrugada del 7 de enero de 1868.Buena parte de la ciudad quedó seriamente afectada. Así, “el Molino Solf fue quemado y por semana i media humearon sus ruinas” (“Historia de Chiclayo” de Jorge Zevallos Quiñones,1995).
Pero no sólo la ciudad y los chiclayanos sufrieron pérdidas por los enfrentamientos. Las horas heroicas que vivieron  los chiclayanos también lesionaron algunos bienes y derechos de extranjeros residentes en el Perú.
A propósito del asunto que acabamos de mencionar, hemos encontrado información abundante en el  libro “Comunicación Diplomática relativa a la Comisión mixta Peruano-Norteamericana” ,publicado en Lima en 1870.Dicha publicación es poco conocida y la hemos ubicado en el curso de nuestra permanente búsqueda de material bibliográfico lambayecanista. El libro contiene información sobre varios asuntos de la época inmediatamente anterior  a la fecha de su publicación. En el  presente escrito nos vamos a limitar al caso de tres  ciudadanos norteamericanos afectados por la revolución que encabezó D. José Balta Montero.

                                               Presidente José Balta y Montero


Reconstrucción de los hechos a tratar:
El 12 de diciembre de 1867, los  norteamericanos George Hill, Michael F. Eggart y Alfred Lepoint(*) ,                           
(*) Es posible que Alfred Lepoint sea  la misma persona que, años después, como Alfredo Lapoint,  impedirá, en su condición de cónsul norteamericano, que el teatro Dos de Mayo de Chiclayo fuera incendiado por los chilenos durante la guerra del Pacífico.

se encontraban laborando en el molino de Solf y Cia. cuando fue ocupado por las tropas jefaturadas  del coronel D. Mariano Pio Cornejo en el inicio del sitio de la ciudad de Chiclayo que se había sublevado con D. José Balta.
El Sr. Solf presentó su reclamo al entonces cónsul de los Estados Unidos en Lambayeque  ,el Sr. Montjoy ,cuya protesta fue recibida y contestada por el coronel  Cornejo sin que se levantase la ocupación del ingenio. Esto trajo como consecuencia que se suspendieran los trabajos  del molino y fueran desalojados de sus habitaciones los norteamericanos que allí vivían  a fin de que las ocupasen los oficiales llegados de Lima.
Al ser vencidas las fuerzas de Pio Cornejo ,el 7 de Enero de 1868 ,  los vencedores  baltistas, al considerar como  enemigos a los habitantes del Molino Solf ,porque allí estuvo concentrado el fuego contra la ciudad, destruyeron el establecimiento del Sr. Solf  y se apoderaron de todo de cuanto en él existía.
Antes de la ocupación del molino, el Sr. Eggart había estado instalando una máquina de pilar arroz que él mismo había traído de Nueva York por encargo de Solf en razón de lo cual recibiría un pago  por su trabajo una vez terminada la instalación y anualmente el 20 % de los beneficios que la máquina produjera.
El Sr. Lepoint tenía a su cargo el ingenio de pilar arroz con un contrato por 4 años y un sueldo de 200 soles más la habitación.
El Sr. Hill se ocupaba de las obras de carpintería para las que había sido contratado  por 4 años con un sueldo de 125 soles.
Las reclamaciones correspondientes fueron presentadas a  la Comisión Peruano-Americana establecida en Diciembre de 1868 para solucionar los casos de ciudadanos norteamericanos y peruanos que se consideraran afectados y con derecho a una reparación económica por parte de uno u otro gobierno, según fuese el caso.
Los procesos que se iniciaron a continuación se sustentaron en  informes o memorias  de los reclamantes, la defensa de los representantes tanto del Perú como de los Estados Unidos , el laudo de cada comisionado por país y un último Laudo del tercer dirimente.
Como es de suponer, los argumentos de las partes fueron diversos y condicionados por la necesidad de defender sus respectivas posiciones.
-El abogado peruano dudó de la nacionalidad de los afectados diciendo que “En Chiclayo se les ha conocido como alemanes” y añade que lo que han solicitado como reparación es extremadamente exagerado especialmente en lo que respecta a Eggart  ;critica ,además, las atribuciones que tomó para sí el Cónsul Montjoy como si fuera autoridad judicial del país al dar fe a todo lo declarado por los afectados y sus testigos.
                                                                 Portada del libro

-Por su parte, el abogado acreditado por Estados Unidos prueba la nacionalidad de los mismos y como demostrando la responsabilidad del Estado Peruano dice “que los daños a Eggart , Lepoint, Hill, fueron causados por las tropas victoriosas y proveídos por las fuerzas sitiadoras  [que] ocuparon el establecimiento de Solf y Cía.  Así es que son efectos inmediatos de la guerra civil y como tales el Gobierno de Perú está en la obligación forzosa de indemnizarlos, puesto que provenían de sus propios actos”.
-El laudo del comisionado peruano hace un análisis de los acontecimientos poniendo la balanza en contra de los afectados por actuar en forma negligente al no poner a buen recaudo sus bienes del  13 de diciembre al 7 de Enero y , asimismo, por la actuación temeraria y negligente del Sr. Hill , el cual fue herido de bala en el talón cuando huía con otros a Reque .En consecuencia ,deniega las reclamaciones de los afectados.
-El laudo del comisionado americano, desmenuza las reclamaciones de los afectados y los compara con acontecimientos como los motines de 1863 en Nueva York  en los que los culpables fueron castigados y los afectados indemnizados. En el caso que se está ventilando ,  a los tres les  reconoce todo lo solicitado
-El laudo del tercer dirimente, Dr. Valenzuela, resuelve que:”George Hill sólo tiene derecho a recibir la suma de 1000 soles en el que prudencialmente se estima el dinero y efectos de que fue despojado al aprehenderlo  y  cinco mil soles en que se gradúa el daño causado por la herida y prisión que sufrió en enero de 1868, por todo seis mil soles sin intereses ni descuento alguno”
Para los casos de Eggart y Lepoint los comisionados concordaron y les adjudicaron 11,000 soles y 3,900 soles respectivamente.
Este es un resumen sucinto del informe que la Comisión Peruano –Americana establecida el 4 de Diciembre de 1868  presentó al Congreso en 1870.
Además de estos norteamericanos , afectados directamente por la Revolución de Balta en Chiclayo, hubieron  otros que sufrieron desmanes posteriores en sus posesiones(en Lambayeque, La Viña y Batangrande, Motupe, Ferreñafe) como consecuencia del mismo evento histórico aunque no han sido incluidos en el presente artículo.
En cuanto al libro que nos ha servido de base consideramos que debe pasar a incrementar la bibliografía lambayecanista, la cual se enriquece no sólo por las nuevas publicaciones sino también por libros olvidados ,con abundante y poco conocida información, como es el caso de la “COMUNICACIÓN DIPLOMÁTICA RELATIVA A LA COMISIÓN MIXTA PERUANO-NORTEAMERICANA”; Imprenta Liberal, LIMA ,1870 ,471 pág.