martes, 26 de julio de 2022

DR. TORIBIO ARBAIZA, OLVIDADO MÉDICO LAMBAYECANO

 

DR. TORIBIO ARBAIZA, OLVIDADO MÉDICO LAMBAYECANO



El Dr. Toribio Arbaiza Baldiviezo, nace en la ciudad de Lambayeque el 28 de abril de 1839, siendo sus padres don Manuel Arbaiza del Castillo y doña María del Carmen Baldivieso y Mío; recibió el agua bautismal, apadrinado por don Manuel Galloso y doña Josefa Trelles, residentes en esa ciudad. (Es posible que exista un error en la partida de matrimonio en Lima en 1881 está escrito que su padre fue Juan de Mata Arbaiza y doña María del C. Cabrejos; aunque al margen izquierdo de dicha partida está escrito Toribio Arbaiza V. Ya años después en Lambayeque tiene un hijo con una señora Cépeda).

Ingresa a la Facultad de Medicina de San Fernando de la Universidad de San Marcos en Lima teniendo como uno de sus profesores al sabio de la medicina Cayetano Heredia, recibiendo el grado de Bachiller en 1873 junto a otros como Francisco Almenara, Enrique Elmore etc. Para en 1875 recibirse de médico cirujano con la tesis: “Tratamiento de la heridas de las venas por la ligadura”. Quedándose a vivir en Lima en el jirón Huánuco # 195,  como lo indica el “Almanaque del Comercio” de Lima de 1876.

Ya como médico es enviado en 1878 como Comisionado Especial del Gobierno a la Villa de Huanta para combatir una enfermedad que estaba causando muchas muertes, era conocida como “Tabardillo” (tifus exantemática= Es producido por la Rickettsia prowasekii y transmitido por el piojo), llevando un botiquín especial, convirtiendo en ese lugar, dos salas del antiguo hospital en Lazareto.

A la muerte en 1881 del que fue Decano y Catedrático de la Facultad de Medicina Dr. Miguel de los Ríos, tomaron la palabra en su entierro como antiguos discípulos el Dr. Arbaiza y su amigo el Dr. Francisco Almenara.

EN LA GUERRA CON CHILE:

Al estallar la Guerra con Chile, el Dr. Toribio Arbaiza se alista en las filas del ejército, estando presente en la batalla de San Francisco y en la de Tarapacá junto a varios de sus paisanos como: Pedro Bulnes, José Everardo Soto, Manuel Nepo, Santiago Luis González, José del Carmen Larrea y otros más.

En abril de 1880, fue nombrado superintendente de los hospitales y ambulancias del primer ejército del sur.  Antes de la batalla de Tarapacá el Coronel Bolognesi se encontraba delicado de salud y fue atendido por el Dr. Arbaiza, pero el reposo ordenado por el facultativo no pudo cumplirlo ya que al saberse de la presencia del enemigo en las alturas de Tarapacá, el Coronel Bolognesi abandona su lecho y se pone al frente de su tropa para librar esa batalla. En esa gloriosa batalla el Coronel José Miguel de los Ríos L. cae con heridas graves en la cara y el cuerpo, encargándose el Dr. Arbaiza de su tratamiento en el parte que envía anota: “No tiene salvación”. Al minuto de la batalla de Tarapacá el Coronel Ríos, recibió un balazo en la cara; en otro momento recibe otra herida y con el brazo hecho una piltrafa y caído en un charco de sangre, con el hombro perforado y  también un muslo y en las costillas, como insistiera en terquedad de seguir combatiendo, fue por orden del coronel Alfonso Ugarte que es llevado al Hospital donde el Dr. Arbaiza, aprovechando un gemido que le hizo abrir la boca, le administró una dosis de “láudano” ( tintura alcohólica en base de opio para calmar el dolor).



Tuvo a su cargo la dirección del Hospital “San Juan de Dios” de Arica. Asistió a los heridos del Combate de Arica siendo hecho prisionero al acusársele de colocar baterías eléctricas en el hospital para hacer estallar las minas enterradas en el Morro de Arica, pero como el Dr. Arbaiza realizaba humanitaria labor con soldados chilenos heridos, le guardaban respeto y fue canjeado por un General chileno y sus condiciones fueron aceptadas para salir conjuntamente con varios compatriotas heridos. Al respecto, el Dr. Arbaiza remitió un oficio al Dr. Casimiro Ulloa manifestando que tanto él como los empleados a su cargo estuvieron en riesgo de ser pasados por las armas por ese motivo.

El 30 de junio de 1880 extendió el parte en torno a la muerte del Teniente 1° de la Armada, el piurano Miguel Espinoza y Lavalle (quien antes de la guerra había estado a cargo de la capitanía lambayecana), un fragmento de él dice: “(…) fue herido al pie de su jefe, en el muslo y pierna izquierda con fractura conminuta de articulación de la rodilla el 7 de junio del año en curso (…) Se le condujo al Hospital Militar que corría a mi cargo, el día 9 se le amputó la pierna; y el 22 a las 12 horas (pm) murió de delirio alcohólico y de hemorragias que le sobrevinieron” Lo que pasaba era que se carecía de cloroformo, pues los chilenos habían saqueado todo el material asistencial y siendo necesario para la dolorosa amputación calmar al paciente , le dieron grandes dosis de bebida alcohólica; la fractura conminuta es el rompimiento del hueso en dos a más fragmentos.



SU REGRESO A CHICLAYO:

Para el año de 1883, ya se encontraba en Chiclayo y es uno de los firmantes como Vicente Gutiérrez, Agustín Pestana, Martín González Ostolaza, José Domingo Falen, Mariano Polo, Eugenio Moya, Juan de Dios Lora y Cordero, José María Iturregui, Belisario Arizola , Pedro Pablo Chacaltana y otros ciudadanos más del ACTA DE CHICLAYO el 9 de setiembre de ese año en que solicitan al General Iglesias interceda por el abusivo cupo impuesto de 50,000 soles plata por los chilenos llegados en esos días ante informes equivocados de estar colaborando con los montoneros ya que el control de la ciudad lo tenía la Guardia Urbana . Recordemos que el 26 de julio de 1883 las tropas chilenas de ocupación en el Dpto. de Lambayeque, abandonan definitivamente la ciudad de Chiclayo pero hasta el 20 de octubre iban y venían ocasionalmente para realizar incursiones combatiendo a los montoneros.

En 1884 el Dr. Toribio Arbaiza es nombrado por un periodo corto (4 de abril al 4 de julio) Director de la Beneficencia Pública de Chiclayo (Lo que hoy es ser Presidente), luego en 1888 asume la Presidencia Municipal de Chiclayo, volviendo a serlo en 1890. Fundó la primera Escuela Municipal gratuita para gente pobre; y apoyó al Dr. Manuel Navarrete (jurista) para fundar y poner en marcha la “Sociedad Amantes de las Artes” donde ambos prestaron por dos años sus servicios profesionales a los socios de la nueva sociedad. Además fue profesor del colegio “San José” de Chiclayo en la asignatura de Ciencias Naturales.

Ya como Director del antiguo Hospital de Chiclayo “De Nuestra Señora de las Mercedes” (ubicado en la esquina de Luis González y  Elías Aguirre) con el apoyo de Don Santiago Luis González y José Francisco Cabrera y otros chiclayanos, construyó un pabellón de maternidad gratuito, el que fue levantado frente a la Plazuela Aguirre.

Como Director del Hospital “Belén” de Lambayeque que estaba a cargo de la Sociedad de Beneficencia de Lambayeque, entre las obras que realizó está la construcción de un pabellón para enfermos “de paga” que por falta de ese servicio tenían que viajar a Chiclayo para atenderse. (Varios años después como Presidente Don  Augusto B. Leguía, visitó el hospital y mandó construir otro pabellón para atención de los militares).

Como médico Titular de Lambayeque, finales del siglo XIX se preocupó por educar a la población con respecto a la higiene: “La higiene de los pueblos que componen esta provincia, es completamente nula (…) Las plazas de abasto, los mataderos y el hospital de esta ciudad, dejan mucho que desear, en cuanto a higiene. Mucho hay que hacer para que esos establecimientos dejen de ser una amenaza constante para la salud pública”.

“ (….) Antes de terminar, estimo de mi deber anunciar, que el agua, que se hace uso aquí, que es la del río, es de mala calidad para los usos domésticos y peor para beber. Por esta causa aconsejo se hierba y filtre para evitar enfermedades y epidemias que podrían sobrevenir sin esta precaución (..)”.

Además sentía honda preocupación por la educación escolar y aprovechando la amistad con muchas personas influyentes, logró que en varios distritos de la Provincia de Lambayeque se crearan escuelas.

El doctor Arbaiza confiaba y recomendaba el uso de la “Emulsión de Scott” y es por eso que envía una carta el 16 de enero de 1898 los Señores Scott y Bowne de Nueva York en los términos siguientes:

“Muy Señores Míos: Tengo gran satisfacción en manifestar a Uds. Que he quedado muy complacido con el resultado del ensayo practicado con la Emulsión de Scott en el Hospital de Belén de la ciudad de Lambayeque y en mi práctica civil tanto en Chiclayo como en aquella ciudad. Con frecuencia he hallado en la Emulsión Scott lo que pretendía; esto es: una agradable sustancia estimulante y tónica, especialmente en casos de neurosis cualquiera que sea la causa. También le he encontrado muy útil en la convalecencia de enfermedades agudas. En personas con diátesis escrofulosa y tuberculosis pulmonar he usado la Emulsión de Scott como medicamento favorito.

Permítanme asegurarles que s preparación se ha ganado una gran reputación en este departamento. Quedo de Uds. Alto S.S.               Doctor Toribio Arbaiza

(La diátesis escrofulosa era la enfermedad congénita trasmitida por los padres tuberculosos).

SU MUERTE:

Siendo Alcalde la ciudad de Lambayeque, falleció en Chiclayo y fue llevado a Lambayeque en tren extra en donde se asentó su deceso el 14 de mayo de 1902, siendo enterrado en la Capilla del Cementerio General de esa ciudad, pero en 1925 se derrumbó por las lluvias de ese año, siendo posteriormente trasladado por su hijo Toribio Arbaiza Cépeda (Lambayeque 1899/ Chiclayo 1989) a un nicho perpetuo (esperemos exista todavía su tumba).

 

                                                                     Cementerio de Lambayeque en 1925

He consultado:

Registro Oficial de Fomento- Minas, Industria, Beneficencia Año II- 1897.

Registro Oficial de Fomento- Minas, Industria, Beneficencia Año III- 1898.

Monografía Provincia de Huanta – Vol. 1 – Luis E. Cavero (1953).

Anales Universitarios del Perú (1873).

Anales Universitarios del Perú (1887).

Almanaque del Comercio de Lima (1876).

La Epopeya del Morro de Arica – 7 de junio de 1880- Ministerio de Guerra (1980).

El viaje de Prado – Guillermo Thorndike (1977).

Médicos y farmacéuticos en la Guerra del Pacífico- Jorge Arias Schreiber Pezet y Manuel Zanutelli Rosas (1984).

La Guerra de Pacífico – Tomo VIII – Pascual Ahumada Moreno.  Chile (1891).

Memoria de la SBPCH leída por su director Francisco Cúneo Salazar al finalizar 1921 (1922).

La Crónica Médica – Lima junio 15 de 1898 – N° 227

“Don Toribio Arbaiza Baldiviezo, médico del Coronel Bolognesi – Por Nicanor de la Fuente en “Lundero” del diario “La Industria” de Chiclayo del Domingo 27 de abril de 1980.

Lambayeque: Mitología y Realidad de Eugenio Ibañez I. (1997).

 


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