GIRA CULTURAL
(1942-43), GIRA ELECTORAL (1945) POR EL DPTO. DE LAMBAYEQUE
Es así que los pobladores de Monsefú, pueblo con un gran
movimiento cultural, invita en 1942 al Sr. Martínez de la Torre para dar
Conferencias. “La primera, a invitación del Centro Social Progresista de Monsefú, que
estaba reuniendo fondos para la adquisición del local propio destinado al
funcionamiento de su Biblioteca Popular Javier Prado. 20 de setiembre de 1942.
Lugar: Teatro 2 de Mayo, Chiclayo. Tema “Nuestra Actitud frente al momento
actual”
Unos días luego: “24 del mismo mes. Lugar: teatro Trianón,
Monsefú. Tema Vida y obra de Javier Prado” en donde instó al pueblo al
sostenimiento de bibliotecas populares, a la lucha contra el analfabetismo,
etc.
En Chiclayo, por invitación de la “Asociación Femenina de
Cultura y Auxilios Mutuos” en su local de Chiclayo (no indica el lugar) con el
tema “La Batalla de Rusia”. Penetrando además en la realidad del norte del
país: la miseria en los hogares, los estragos del alcohol y de la ignorancia,
los hombres tuberculizados de las haciendas, la falta de agua a los parceleros,
etc.
En 1943 el Sr. Martínez de la Torres regresa a Chiclayo,
empezando su segunda gira Cultural, el 7 de mayo por invitación de los
trabajadores marítimos del puerto de Pimentel en el Teatro “Star” brinda una
Conferencia, con el tema: “América todavía está en pie”.
El día 9 de mayo en Ferreñafe, en el Teatro “Ferreñafe” con
el tema “Unidos bajo nuestra bandera”
El día 12 en Chongoyape- Lugar: Balcones del Municipio con el
tema “Nuestra tierra y nuestra libertad”
El día 19 en Puerto Eten. Lugar: Teatro Porteño, Tema “¿Qué
herencia defendemos?”, al día siguiente en la Villa de Eten fue declarado
huésped ilustre e invitado a revisar las obras de defensa contra el rio.
El 21 de mayo a invitación de quince organizaciones obreras
de Chiclayo, realiza una Conferencia en el local de la Sociedad “Obreros de la
Unión” con el tema “Sabremos ser un pueblo libre”.
El dia 22 de mayo de 1943 deja constituida la filial de la
“Asociación Nacional de Escritores y Artistas”.
Ya en su gira electoral, el Sr. Martínez de la Torre en 1945,
la describe de esta manera: “El 26 de mayo partí a Chiclayo por el
Expreso Nor-Oeste. El candidato presidencial doctor Bustamante y Rivero había
llegado esa misma tarde por avión. No obstante, mis fieles amigos personales me
recibieron, acompañándome a mi alojamiento en el Hotel Royal”
Como primer paso como candidato, dirigió un saludo a los “Miembros de los Comités Pro-
Candidatura Martínez de la Torres “(…) Inicio mi campaña de recolección de
votos. Pero yo quiero que esos votos sean votos de conciencia (….) que de ese
voto depende que tengamos un Congreso honrado y limpio (…) ¡Viva el Perú! ¡Viva
Chiclayo!”
El 31 de mayo se dio un almuerzo en la “Quinta Victoria”
organizado por el Comité Departamental en la que se proclamó oficialmente su
candidatura a una senaduría por el departamento de Lambayeque.
En esta parte de su escrito hace mención a sus amigos que lo
apoyaron, nombres algunos que hasta hoy se recuerdan pero muchos ya han sido
olvidados: “(…) desde aquí reconozco su abnegación, su voluntad indeclinable, su
inagotable energía, su fe que nace de la justicia de la causa por la que se
lucha y que es capaz de realizar
verdaderos milagros. Fidel Callirgos, Porfirio Sayaverdi, Juan Barturen, José
Gil, todos ellos obreros con una madurada conciencia política de clase; Nestor
Díaz, de una actividad arrolladora; Neptalí Farro, peleando denodadamente en
Monsefú; Eugenio Morales en Villa de Eten; Severino Prieto, en estrecho contacto con los más
capacitados trabajadores de Pimentel; Salomón Diez, sin fatiga ni vacilación,
bregando en las haciendas; Manuel Uchofen Espinoza, desde su “Zepellin” secundando
nuestra labor, Carlos Castellanos, en compañía de Gil, recorriendo los pueblos,
pegando cartelones y distribuyendo volantes; Miguel J. Plaza, el viejo
montonero indomable, hombre de corazón y recta conciencia, Faustino Ángeles y
tantos otros que batallaron a mi lado sin medir sus fuerzas y sin retroceder
ante las dificultades”.
Invitado el candidato Ricardo Martínez de la Torre a Monsefú,
desde los balcones del Municipio se dirige a sus amigos y entre otras cosas les
dice:
“(…) EL Perú es para los peruanos; no es para los partidos ni feudo de
caudillos, preséntense como de izquierda o derecha (…) Pero en la discrepancia
y la polémica, rechazamos la coacción, rechazamos el insulto, rechazamos la
calumnia y la malevolencia. Porque de los que se trata es de esto: que todos
somos los constructores del Perú, los responsables de su futuro, los
trabajadores de su destino”.
Luego parte a la Villa de Eten en donde e pueblo lo esperaba
en la estación del tren, para luego hacer un recorrido por las calles y en el
centro del Parque reiteró su llamado a votar por la “Unión Nacional”.
En el Puerto de Eten aunque su visita no había sido
programada tuvo una buena acogida, regresando luego a Monsefú donde el Comité
Femenino de su candidatura le ofreció un almuerzo en “El Cortijo”.
El lunes 11 de junio por el Expreso “Nor Oeste” volvió a
Lima. Para las elecciones no logró salir elegido, siendo tildado por la prensa adversaria
de “romántico”.
Una mención aparte se merece lo que manifiesta sobre la
industria de tejidos de paja que esos momentos pasaba por una crisis:
“Entre las familias de numerosos pueblos, la industria de
tejidos de paja es el medio fundamental de subsistencia. Por una lucha entre un
importador y un Prefecto, se estableció un monopolio por intermedio del Banco
Industrial, bajo el pretexto de regular los precios. Las consecuencias de esta
medida se dejaron sentir inmediatamente. La paja importada fue de pésima
calidad, los precios altos, la distribución escasa. Se provocó así una crisis
artificial que dio lugar al envío de una comisión de tejedores a Lima para
presentar su reclamo. Abandonada por los representantes parlamentarios,
humillada y vejada por la gerencia del Banco Industrial, errante y
desorientada, la Comisión llamó a mi puerta. Era la mano del pueblo la que tocó
en ella.
Conseguí una entrevista con el Presidente de la República,
quien les ofreció de inmediato hallar la solución. Cuando conferencié con él,
le expuse la gravedad de la situación y la justeza del reclamo. Autorizado a
discutir con el Director de Industrias, logré romper el monopolio del Banco
Industrial y nuevamente se permitió la libre importación y libre distribución
de la materia prima tan necesaria a los tejedores norteños. Fue así como
volvieron a ganar el pan honradamente centenares de familias de Monsefú, Villa
Eten, Puerto Eten, Reque, Santa Rosa, Ferreñafe y tantos pueblos más”.
No podemos dejar de mencionar otro hecho también importante y
a la vez olvidado sucedido en Monsefú, un levantamiento popular, el cual lo
describe así:
“Tres de mayo de 1943. Regreso a Chiclayo. El 1° se habia
producido un levantamiento en Monsefú, clausurando el vecindario el local del
Municipio que sostenido por el Senador Ruiz Bravo durante ocho años, saqueaba
las rentas y destruía el pueblo. Fenómeno corriente en los municipios del departamento.
Como consecuencia de este hecho, se apresó a numerosos ciudadanos. La policía
preparaba un voluminoso expediente, desvirtuando el motivo del movimiento,
presentándolo como una rebelión apro-comunista. Mi intervención telegráfica
ante el Presidente Prado alcanzó la libertad de los detenidos, deshizo el
complot policial y, más tarde, se produjo la renovación del Concejo”.
Esto es pues, los aspectos contados por un político en esos
años que nos ayuda a conocer más sobre nuestra historia regional.
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