jueves, 21 de julio de 2022

LAS CELEBRACIONES POR EL CENTENARIO DE CHICLAYO (1935)

 

LAS CELEBRACIONES POR EL CENTENARIO DE CHICLAYO (1935)



Este hecho de nuestra historia, es poco lo que se conoce y está disperso. Estas celebraciones ¿Fueron a lo grande, que sucedió? Son interrogantes que en parte vamos a dar respuesta en este artículo.

Sobre el Programa Oficial de Celebraciones solo se sabe que tuvo 12 pág. Con portada en colores en donde decía: “1835-1935 (escudo peruano) Programa Oficial de las actuaciones, ceremonias y fiestas conmemorativas del Primer centenario en que fue elevado Chiclayo al rango de Capital de Provincia 15 de abril de 1835- 15 de abril de 1935” y venían los retratos del Presidente de la República, del Prefecto y del alcalde de la ciudad.

Para estas celebraciones se emitió la Ley # 8048 del 18 de marzo de 1935 destinándose ciento cincuenta mil soles oro (S/. 150,000) (tomado de los impuestos Pro- Desocupados a las importaciones y exportaciones que se recauden en las aduanas de Eten y Pimentel). Que servirían para la ampliación y mejoramiento del Mercado, Camal y para la apertura de avenidas y ensanche de calles. Además esta Ley autorizaba al Poder Ejecutivo, para emitir estampillas conmemorativas del Centenario de la ciudad de Chiclayo. (Lo que al parecer no se logró realizar, solo se realizaron localmente monedas conmemorativas de este acontecimiento).



¿Cómo era Chiclayo en esos momentos?. Gracias a viajeros que escribieron sus observaciones de viaje,  podemos conocer al respecto. De ellos, el Sr. Aurelio Miro-Quezada Sosa (Periodista, historiador, Rector de la UNMSM y Director general del diario “El Comercio” de Lima) nos lo dice en su libro “Costa, Sierra y Montaña” (1938):

“(...) Ahora, Chiclayo es una ciudad movida, de hábitos muy modernos y sobre todo, de una actividad comercial muy importante. Las casas de Chiclayo extienden sus negocios a diversos lugares del territorio, especialmente a Cajamarca; y hay, además el hecho favorable de que el movimiento de las haciendas circundantes se efectúa por ella (…) Con algunos amigos de Chiclayo me dedico a pasear por las calles. Veo edificios de varios pisos, aceras limpias, varias plazas, como ese simpático Parque Principal con su pequeña plaza al lado; visito la Iglesia, el edificio de la Municipalidad, el amplio y cómodo Hospital de las Mercedes, el Club de la Unión, el Teatro principal y aún construcciones que se resienten de falta de carácter en su estilo moderno, pero que revela el espíritu emprendedor y progresista de Chiclayo. El edificio público más importante, desde luego es la Iglesia Nueva, obra de grandes proporciones (…)”.

                                                                        AURELIO MIRO QUEZADA SOSA

También nos visitó en esas fechas la Sra. Natividad González de Vallier (Chiclayana, quien estudió Farmacia al igual que su esposo el francés Miguel Vallier y tuvieron una Botica en Lima llamada “Botica del Pueblo”); escribió un libro titulado “Andanzas” (1944) donde nos dice:

“(…) El tráfago en su Plaza de mercado así como el de la calle “Real” es intenso, tiene variedad y colorido. El comercio se activa aún más con los pueblos circundantes.

La ciudad presenta modernos edificios, un magnífico templo, debido al tesonero afán de la señora Juana de Plenge. Un alegre y bien provisto Hospital, dotado de una esmerada y eficiente atención, mediante el celo de su director, don Pedro Delgado Aurich. El elegante Palacio Municipal, en cuyo piso inferior están las oficinas de Correos, Telégrafos y otras dependencias, a causa de la honrosa actividad de don Francisco Cúneo Salazar. El Club Social de gran prestancia; la planta de Luz Eléctrica, de propiedad de don Marcial Pastor; la bien equipada “Cuna Maternal” auspiciada por un grupo conocido de damas chiclayanas; el Mercado de Abastos y vistosas Plazas y plazuelas públicas.

Existen además importantes casas comerciales; sucursales de Banco, adscritos en esta Capital; Molinos de arroz; la Escuela de Artes y Oficios, en la cual e ingeniero Túpac Yupanqui, le imprime todo el esfuerzo de su acertada dirección. Colegios particulares, los hay de gran prestigio. Está pendiente la iniciativa para la construcción del Colegio Nacional de San José, cuyo antiguo edificio está muy deteriorado. Existe el Camal y así otros tantos edificios de enorme importancia (…)”.

                                                                               PORTADA DEL LIBRO

Llega también en estas fechas de abril de 1935 el Dr. Francisco Quiroz Vega (Conocido por los chiclayanos ya que en 1905 llegó como Agente fiscal, en 1908 asume a Dirección del Colegio San José y en los años veinte, es Director General de Hacienda) quien escribe en 1935 un artículo en la revista # 12 de la Pontificia Universidad Católica del Perú titulado “Centenario de Chiclayo” quien aunque no describe la ciudad, describe a los chiclayanos de  esta manera:

“(…) Distínguese el hijo del departamento en general, y el chiclayano especialmente, por una gran inquietud innovadora, y a la vez por un sentido práctico de las cosas tan notable, que le permite adaptarse a las circunstancias en que le toca actuar desempeñándose en ellas sobresalientemente (…) Un dia se sintieron oprimidos por el Ferrocarril y Muelle de Eten, y concertaron  y ejecutaron un nuevo muelle y su vía férrea con sólo el aporte del capital privado de la circunscripción. Otra vez quisieron tener un Banco y fundaron el Banco. Quisieron tener un Hospital Modelo y el Hospital surgió del generoso donativo de sus filántropos. Cuando en 1910 el desacuerdo internacional con el Ecuador puso al país al borde de una guerra, en pocos días quedó listo el Regimiento N° 11, integrado por la gente moza más distinguida del Departamento y las damas de la ciudad lo vistieron en medio del más delirante patriotismo (…) Yo asistí al Primer Congreso de Irrigación y Colonización del Norte en l ciudad de Lambayeque el año de 1929 y quedé admirado del interés de todos, muy connotadamente de los pequeños propietarios y conductores agrícolas por participar de sus actividades, asistiendo a las sesiones, discutiendo en las comisiones y tratando de secundar el plan que presuponía la gran obra, en la pequeña parte en que le tocó volverse práctica (…) El tiempo no se pierde en liviandades, a cada paso, al lado dela distracción honesta surge el ideal fecundo; el deseo de superación (…)”.



Ahora, en lo referente a las Celebraciones en sí, de lo poco que se ha escrito al respecto, se sabe que se contó con varios miles de soles para ese fin, solo hubo fiesta y banquete para las autoridades y personalidades locales y nacionales y estaba programada una tómbola popular (se desconoce si se llevó a cabo).

Entre las personalidades llegaron: Don Pedro Beltrán, Presidente del Directorio del diario “La Prensa” de Lima así como su director Sr. Perez Oleachea;  Sr. Gerardo Klinge miembro del mismo; del diario “El Comercio” el joven Carlos Miro Quesada Laos, el jefe de redacción Sr. José Pardo Castro (español), el Alcalde de Ica Sr. José Picasso Peralta, el Alcalde de Lima Luis Gallo Porras, el general Manuel Ruiz Bravo (Quien estuvo al mando de las fuerzas que develaron la revolución aprista en 1932); el Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de Justicia e Instrucción Culto y Beneficencia Sr. Carlos Arenas y Loayza, el Diputado por Loreto Sr. Reynaldo Saavedra Pinon y otros. No olvidemos que eran momentos de tensión política, el gobierno de Oscar R. Benavides venía persiguiendo a los apristas por todo el país.



Las fiestas estuvieron presididas por el Alcalde de la ciudad Miguel Arbulú González y el Prefecto del Departamento Gonzalo Cabada Dancourt (Lima 1905/ 1963) (De triste recordación por el numeroso abuso que cometió con los lambayecanos) Felizmente se había formado una “Comisión contra los atropellos ciudadanos” presidida por la profesora Sara Bullón Lamadrid quien gestionaba la libertad de muchos encarcelados, teniendo el apoyo del Alcalde Arbulú, quien por coincidencia era compadre espiritual del Presidente Benavides, por lo que la voz del alcalde era la voz del Presidente y en muchos de los casos Cabada Dancourt cumplía a regañadientes, no sin antes demostrando su represalia a los libertados, les daba unos cuantos “fuetazos”.

Daremos a conocer algunas anécdotas que se dieron en estas celebraciones:

Colocación de Placa: Se colocó una placa en la Iglesia Nueva en homenaje al Coronel José Balta, al ver el Prefecto Cabada poca concurrencia, indicó al Director de la Beneficencia de Chiclayo que invitara a sus amigos, a lo que este le contestó: “Aquí no les gusta los discursos” y así unas cuantas personas acompañaron dicho acto.

Reinauguración del agua potable: (Ya había sido inaugurada el 28 de julio de 1930) Estuvo a cargo del Presidente del Consejo de Ministros Sr. Arenas, donde hubo poca concurrencia de público y solo se escucharon unos pocos aplausos cuando terminó diciendo ¡Víva Chiclayo¡.

Reprimenda al Prefecto: El Presidente del Consejo de Ministros reprochó al Prefecto Cabada por el poco público asistente y por su falta de tino para hacer tener más simpatía al pueblo con el Gobierno, a lo que este le contestó: “es que aquí todos son apristas”.

Error en discurso: En el Cabildo Abierto (controlado por fuerte cordón policial) el Dr. Arenas Loayza Presidente del Consejo de Ministros dijo: “Admiro y rindo homenaje a los héroes chiclayano como Diego Ferré, Elías Aguirre y José Andrés Rázuri” a lo que el público sonrió.

                                                             CHICLAYO EN 1935

Uno de los números principales de estas celebraciones fue el anunciado arribo de la Cruz de Motupe con el fin de “Levantar el espíritu religioso”. Los avisos de saludo de los pueblos del departamento no se hicieron esperar tanto en el diario “El Tiempo” como en “El País”. Motupe además se hizo presente con la suma de cien soles oro y su Alcalde el Sr. Manuel Luna Fuentes envió a su empleado municipal Alipio Arboleda con el dinero más treinta animales vivos como chivos, pavos y patos para la Gran Tómbola que era otro número especial del programa aniversario.

La Cruz fue bajada días antes de su gruta y llevada a la Iglesia de Motupe; esperando ser llevada a la ciudad de Chiclayo donde “Apadrinaría” junto a San Pablo de Pacora la inauguración de la Iglesia nueva (Hoy Catedral). Corrió el rumor que si la Cruz era llevada a Chiclayo, no volvería, despertando el temor y la ira de los motupanos quienes hacían vigilia dia y noche en la Iglesia tanto dentro como afuera. Hasta que el día temido llegó; al respecto existen dos versiones que paso a describir:

La versión motupana del escritor Sr. Rully Falla Failoc, dice que llegó el mismo Prefecto Cabada Dancourt con un grupo de Gendarmes a lo que hubo un repique de campanas y el pueblo se concentró en la Plaza para impedir la salida de la Cruz; al entrar al templo una de las “Genaronas” le dijo “Adórela pero no la toque” a lo que el Prefecto para calmar la tensión solo dijo “He venido a consultar al pueblo si es posible llevar la Santísima Cruz” a lo que el pueblo respondió al unísono ¡ No va Carajo! Regresando el Prefecto con las manos vacías.



La otra versión es del Capitán Carlos del Castillo Niño quien manifiesta que el que llegó fue el Sub Prefecto de Lambayeque (A.S.M.), regresando cabizbajo a dar la noticia al Prefecto agregando: “Convencidos, autoridades y policías, que ni a buenas ni a malas era posible traer a la Cruz de Chalpón para su procesión en Chiclayo, sin provocar una asonada de caracteres alarmantes en el pueblo cuyos habitantes tornábanse dia a día más intransigentes, optaron por convencer, de manera estudiada, a los Mayordomos para que prestaran, por ese día, a la Crucecita mandada a confeccionar por Anteparra, la que entre gallos y media noche trajeron sigilosamente, ocultándola en las casas a la entrada de Chiclayo (Patazca), la que hicieron ingresar a la ciudad, en lujosas andas y con todos los honores de estilo, el dia señalado (…) todos vieron pues defraudadas sus expectativas, al constatar de inmediato, que no era la verdadera Cruz de Chalpón, sino la artística copia que hiciera confeccionar el anciano Mercedes Anteparra(…)”.

La versión chiclayana dice que se ordena al Sub Prefecto (no especifica si es el de Chiclayo o el de Lambayeque) se traslade a Motupe con 25 hombres diciéndole: ”métale bala a esos indios apristas que tratan de entorpecer las fiestas” y que para no quedar en ridículo tuvieron que ingresar a la ciudad con una Cruz chiquita sacada de una de las capillas de la ciudad.

Lo que si fue un gran acontecimiento para el pueblo fue aquella tarde del 17 de abril en que llegaron a la Base Aérea de Chiclayo ocho aviones Caproni (4 del modelo caza CA-114 y 4 del tipo bombardero CA-111) al mando del Comandante Ergasto Silva Guillén. Una multitud de curiosos corrió al campo de aterrizaje, los Oficiales fueron hospedados en el hotel “Royal” (esquina del Parque Principal), los sub oficiales en la pensión “Cabrejos” (esquina calle Balta y Leoncio Prado) y los subalternos fueron acomodados en el Circulo Departamental de Empleados (al costado de la Iglesia Nueva en Elías Aguirre), por la noche la oficialidad fue invitada a los actos programados y al día siguiente los visitantes asistieron a la misa Te Deun en el atrio de la Iglesia Nueva . Para las 11 de la mañana se programó una exhibición de los aviones para todo el público chiclayano, la cual fue muy concurrida y recibió elogios de las autoridades locales. Partiendo pasado el medio dia la flota de aviones.

                                                         AVIONES CAPRONI EN LA BASE DE CHICLAYO

Esto es lo poco que se conoce de las celebraciones Centenarias de Chiclayo. Espero en un futuro encontrar mayores datos que nos permitan reconstruir esta parte de nuestra historia.

He consultado:

“La Imprenta en Lambayeque” de Jorge Zevallos Quiñones (1947)

“Del Caproni al Mig 29” de Juan Medrano Chavarría (2005)

“Lambayeque, Mitología y Realidad” de Eugenio Ibañez I. (1997)

“La Cruz de Chalpón” (1962) y “Motupe, Proyecto de Monografía” (1952) de Carlos del Castillo Niño

“La Cruz de Chalpón - Historia y trascendencia de la fe popular” (2013) de Rully Falla Failoc , así como dos artículos aparecidos en 1985 en “La Industria” de Chiclayo

Revista del Foro: Enero-Marzo 1935 # 1,2,3

Revista “Claridad” Buenos Aires, Mayo 1935 # 289

"Andanzas" (1944) N. González de Vallier

"Centenario de Chiclayo" de Francisco Quiroz V. (1935) en Revista de la PUCP # 12

 

 


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