sábado, 18 de marzo de 2023

CHICLAYANOS ACUSADOS EN EL FRUSTRADO ATENTADO CONTRA EL PRESIDENTE LEGUÍA (1930)

 

CHICLAYANOS ACUSADOS EN EL FRUSTRADO ATENTADO CONTRA PRESIDENTE LEGUÍA (1930)



En la historia mundial; hay momentos que pareciera que se quisieran olvidar, se ha hecho lo posible para que no se conozcan o para el caso de nuestra historia por tratarse de un atentado frustrado, perdió en el tiempo importancia. El tema que nos ocupa es una acontecimiento del cual muy poco se ha escrito. En realidad fueron dos atentados frustrados, el primero se descubre el 14 de abril y el otro es el de Semana Santa de ese mismo mes y año en donde según se indica estaban involucrados varios chiclayanos.

Jorge Basadre en su “Historia de la República del Perú” escribe sobre estos dos atentados solo media página al respecto, sobre el primero atentado frustrado se descubre que en un taller de mecánica se fabricaban bombas y granadas, expresando Basadre lo siguiente: ”El 24 de abril se publicó una información oficial que vinculó ese descubrimiento a Manuel Jesús Urbina, diputado por Huanta (…) había entrenado a su sirviente un menor de edad llamado Luis Humberto Peña Olivera, que era un débil mental para que asesinase al presidente Leguía (…)”. Habiendo otros comprometidos que fueron apresados.

Sobre el segundo atentado Basadre lo denomina Conspiración de la Basílica Catedral de Lima dando como fecha la Semana Santa (18 de Abril de 1930) donde se aseveró que el organizador era el ex Ministro Enrique de la Piedra y como cómplice el Coronel Eulogio Castillo jefe de la Escolta. La policía se enteró minutos antes del atentado contra Leguía que iba asistir a la Misa ese día.

El Coronel Eulogio Castillo R. quedó libre ya que Leguía confiaba en él y por los memoriales de adhesión que tuvo a su favor, el año anterior por Resolución Legislativa # 6490 había sido ascendido a Coronel. Luego del Golpe de Sánchez Cerro, Castillo es nombrado Ministro de Fomento.



En atentado en sí iba a ser en la Catedral de Lima, por medio de disparos de arma de fuego, el autor iba a huir siendo protegido en su huida por otras personas.

Según la revista que dio a conocer estos hechos, señalaba a los sindicados de estar comprometidos en este frustrado atentado contra el Presidente Leguía; nosotros por nuestro lado los hemos clasificado como los chiclayanos y los no chiclayanos, (Lo que está entre  comillas es lo que textualmente dice en la revista y entre corchetes lo que no está en aquella revista, los lugares y  fechas de nacimiento y defunción es parte de mi investigación).

LOS CHICLAYANOS FUERON:

Enrique de la Piedra [del Castillo]: (Chiclayo 1883/ Lima 1948) “ex jefe del complot descubierto para asesinar al Presidente Leguía”.

                                                               Enrique de la Piedra

Ricardo Miranda [Romero]: (Chiclayo 1889/ 1962) “ex director de La Razón de Chiclayo”.

                                                                  Ricardo Miranda

Jorge [Elías] Quiñones Arizola: (Chiclayo 1896/ Lima 1968) “Principal colaborador de don Enrique de la Piedra”.

                                                              Jorge Quiñones Arizola

Lorenzo Guerra [Castillo]: (Chiclayo 1891 / Callao 1952) “que debía secundar al asesino Avellaneda y proteger su fuga”.


                                                                  Lorenzo Guerra

Antonio Campodónico [Menchola]: (Chiclayo 1896/ Lima 1990) “Que efectuaba viajes en aeroplano transportando dinero para la conspiración”.  

                                                              Antonio Campodónico

LOS NO CHICLAYANOS FUERON:

Gregorio Avellaneda: “quien fue contratado para victimar a balazos al señor Leguía, el  Viernes Santo en el interior de la Basílica Metropolitana”.

                                                                 Gregorio Avellaneda

Víctor Maurtua: “Con 6 hombres armados con revólveres debían proteger la fuga de Avellaneda”.

                                                                      Víctor Maurtua

Julio Benavides: “antiguo conspirador”.


                                                                   Julio Benavides

Nicolás Jaypen: “matón al servicio de  Víctor Maurtua”.

                                                                   Nicolas Jaipen

Es importante agregar lo que dice la revista “La Vida Agrícola” de esos años con respecto a otro supuesto involucrado: “Dice el decreto del Gobierno que la inconveniencia de tener entregada la Estación a la Sociedad Agraria, había asumido caracteres de escándalo por el hecho de que el Sr. Klinge había tomado “participación comprobada en los últimos atentados contra la vida del jefe de Estado”. Pocos días después al ordenar el Gobierno el enjuiciamiento de los que, según él, habían atentado contra la vida del Sr. Leguía, no incluye el nombre del Sr. Klinge. Una vez más los hechos y las palabras del Sr. Leguía están en desacuerdo”. En este caso se estaban refiriendo al Ing. Federico Gerardo Klinge Arellano (Chiclayo 1887 / Lima 1961).



Luego de los acontecimientos de Semana Santa el Presidente Leguía brindó un discurso a las Fuerzas Armadas del ramo de Gobierno donde entre otras cosas dice: “Mi vida vale por lo que ella significa al país. Pero mi obra vale más que mi vida porque ella está destinada a perdurar para bien de la Nación”.

En otro discurso, en la manifestación que le hicieron el Ejército y la Armada dice: “Pero lo he dicho y lo repito ahora. A mí no me intimidad los asesinos. Yo continuaré imperturbable mi trabajo. A mí me fortalecen en esta hora de prueba mi conciencia y la seguridad que tengo de que los jefes, oficiales, marinos y soldados que forman el Ejército y la Armada Nacional son y serán siempre fieles a mi Gobierno, que es Gobierno de orden y de engrandecimiento patrio”.

Rastreando para conocer lo que posteriormente les pasó a los comprometidos en este frustrado atentado, hemos encontrado la Resolución Ministerial del Ramo de Prisiones del 25 de agosto de ese año de 1930 (Tres dias luego del Golpe de Estado del General Sánchez Cerro) donde se resuelve poner en libertad a los enjuiciados por delitos políticos, restituyéndoles en plenitud todos sus derechos: Dentro de los cuales estaban Lorenzo Guerra Castillo, Gerónimo Avellaneda, Jorge Quiñones Arizola, Víctor Maurtua Sánchez. Debo mencionar que entre los nombres de otros presos se encontraba el de Augusto León Barandiarán (Desconozco los motivos del por qué el autor de  “Mitos, Leyendas y Tradiciones Lambayecanas” estaba como preso político). Luego hemos hallado la Ley # 7905 Ley de Amnistía de 1934 que ratifica la R.M. anteriormente dicha, de dar libertad a los presos políticos restituyéndoles todos sus derechos civiles y profesionales. El resto de los supuestos comprometidos no figuran en esta lista, es de suponerse que no fueron apresados (Enrique de la Piedra, Ricardo Miranda, Antonio Campodónico y dos más).

                                                                        LEY # 7905

Queda la tarea de investigar mayores detalles sobre estos hechos, que tuvieron una gran connotación  política.

SE HA CONSULTADO:

-Revista “Perú” – Guayaquil-Ecuador, mayo de 1930 # 12.

-Revista “La Vida Agrícola” de Octubre de 1930 - # 83.

-“Historia de la República del Perú” de Jorge Basadre (2005).

-Datos sueltos del internet.

 

 


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