CHICLAYANOS
ACUSADOS EN EL FRUSTRADO ATENTADO CONTRA PRESIDENTE LEGUÍA (1930)
En la historia mundial; hay
momentos que pareciera que se quisieran olvidar, se ha hecho lo posible para que
no se conozcan o para el caso de nuestra historia por tratarse de un atentado frustrado, perdió en
el tiempo importancia. El tema que nos ocupa es una acontecimiento del cual muy
poco se ha escrito. En realidad fueron dos atentados frustrados, el primero se
descubre el 14 de abril y el otro es el de Semana Santa de ese mismo mes y año
en donde según se indica estaban involucrados varios chiclayanos.
Jorge Basadre en su
“Historia de la República del Perú” escribe sobre estos dos atentados solo media
página al respecto, sobre el primero atentado frustrado se descubre que en un
taller de mecánica se fabricaban bombas y granadas, expresando Basadre lo
siguiente: ”El 24 de abril se publicó una información oficial que vinculó ese
descubrimiento a Manuel Jesús Urbina, diputado por Huanta (…) había entrenado a
su sirviente un menor de edad llamado Luis Humberto Peña Olivera, que era un
débil mental para que asesinase al presidente Leguía (…)”. Habiendo
otros comprometidos que fueron apresados.
Sobre el segundo atentado
Basadre lo denomina Conspiración de la Basílica Catedral de Lima dando como
fecha la Semana Santa (18 de Abril de 1930) donde se aseveró que el organizador
era el ex Ministro Enrique de la Piedra y como cómplice el Coronel Eulogio
Castillo jefe de la Escolta. La policía se enteró minutos antes del atentado
contra Leguía que iba asistir a la Misa ese día.
El Coronel Eulogio Castillo R.
quedó libre ya que Leguía confiaba en él y por los memoriales de adhesión que
tuvo a su favor, el año anterior por Resolución Legislativa # 6490 había sido
ascendido a Coronel. Luego del Golpe de Sánchez Cerro, Castillo es nombrado
Ministro de Fomento.
En atentado en sí iba a ser
en la Catedral de Lima, por medio de disparos de arma de fuego, el autor iba a
huir siendo protegido en su huida por otras personas.
Según la revista que dio a
conocer estos hechos, señalaba a los sindicados de estar comprometidos en este frustrado
atentado contra el Presidente Leguía; nosotros por nuestro lado los hemos
clasificado como los chiclayanos y los no chiclayanos, (Lo que está entre comillas es lo que textualmente dice en la
revista y entre corchetes lo que no está en aquella revista, los lugares y fechas de nacimiento y defunción es parte de mi investigación).
LOS CHICLAYANOS FUERON:
Enrique de la Piedra [del
Castillo]: (Chiclayo 1883/ Lima 1948) “ex jefe del complot descubierto para
asesinar al Presidente Leguía”.
Enrique de la Piedra
Ricardo Miranda [Romero]: (Chiclayo
1889/ 1962) “ex director de La Razón de Chiclayo”.
Ricardo Miranda
Jorge [Elías] Quiñones Arizola:
(Chiclayo 1896/ Lima 1968) “Principal colaborador de don Enrique de la
Piedra”.
Lorenzo Guerra [Castillo]:
(Chiclayo 1891 / Callao 1952) “que debía secundar al asesino Avellaneda y
proteger su fuga”.
Lorenzo Guerra
Antonio Campodónico [Menchola]:
(Chiclayo 1896/ Lima 1990) “Que efectuaba viajes en aeroplano
transportando dinero para la conspiración”.
Antonio Campodónico
LOS NO CHICLAYANOS FUERON:
Gregorio Avellaneda: “quien
fue contratado para victimar a balazos al señor Leguía, el Viernes Santo en el interior de la Basílica
Metropolitana”.
Gregorio Avellaneda
Víctor Maurtua: “Con
6 hombres armados con revólveres debían proteger la fuga de Avellaneda”.
Víctor Maurtua
Julio Benavides: “antiguo
conspirador”.
Julio Benavides
Nicolás Jaypen: “matón
al servicio de Víctor Maurtua”.
Es importante agregar lo que
dice la revista “La Vida Agrícola” de esos años con respecto a otro supuesto
involucrado: “Dice el decreto del Gobierno que la inconveniencia de tener entregada
la Estación a la Sociedad Agraria, había asumido caracteres de escándalo por el
hecho de que el Sr. Klinge había tomado “participación comprobada en los
últimos atentados contra la vida del jefe de Estado”. Pocos días después al
ordenar el Gobierno el enjuiciamiento de los que, según él, habían atentado
contra la vida del Sr. Leguía, no incluye el nombre del Sr. Klinge. Una vez más
los hechos y las palabras del Sr. Leguía están en desacuerdo”. En este
caso se estaban refiriendo al Ing. Federico Gerardo Klinge Arellano (Chiclayo
1887 / Lima 1961).
Luego de los acontecimientos
de Semana Santa el Presidente Leguía brindó un discurso a las Fuerzas Armadas
del ramo de Gobierno donde entre otras cosas dice: “Mi vida vale por lo que ella
significa al país. Pero mi obra vale más que mi vida porque ella está destinada
a perdurar para bien de la Nación”.
En otro discurso, en la
manifestación que le hicieron el Ejército y la Armada dice: “Pero lo he dicho y lo repito
ahora. A mí no me intimidad los asesinos. Yo continuaré imperturbable mi
trabajo. A mí me fortalecen en esta hora de prueba mi conciencia y la seguridad
que tengo de que los jefes, oficiales, marinos y soldados que forman el
Ejército y la Armada Nacional son y serán siempre fieles a mi Gobierno, que es
Gobierno de orden y de engrandecimiento patrio”.
Rastreando para conocer lo
que posteriormente les pasó a los comprometidos en este frustrado atentado,
hemos encontrado la Resolución Ministerial del Ramo de Prisiones del 25 de
agosto de ese año de 1930 (Tres dias luego del Golpe de Estado del General Sánchez Cerro) donde se resuelve poner en libertad a los enjuiciados
por delitos políticos, restituyéndoles en plenitud todos sus derechos:
Dentro de los cuales estaban Lorenzo Guerra Castillo, Gerónimo Avellaneda, Jorge
Quiñones Arizola, Víctor Maurtua Sánchez. Debo mencionar que entre los nombres
de otros presos se encontraba el de Augusto León Barandiarán (Desconozco los
motivos del por qué el autor de “Mitos,
Leyendas y Tradiciones Lambayecanas” estaba como preso político). Luego hemos
hallado la Ley # 7905 Ley de Amnistía de 1934 que ratifica la R.M. anteriormente
dicha, de dar libertad a los presos políticos restituyéndoles todos sus derechos
civiles y profesionales. El resto de los supuestos comprometidos no figuran en
esta lista, es de suponerse que no fueron apresados (Enrique de la Piedra,
Ricardo Miranda, Antonio Campodónico y dos más).
Queda la tarea de investigar
mayores detalles sobre estos hechos, que tuvieron una gran connotación política.
SE HA CONSULTADO:
-Revista “Perú” – Guayaquil-Ecuador, mayo de 1930 # 12.
-Revista “La Vida Agrícola” de Octubre de 1930 - # 83.
-“Historia de la República del Perú” de Jorge Basadre (2005).
-Datos sueltos del internet.
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