VISITA
PASTORAL A LAS PARROQUIAS DEL DPTO. DE LAMBAYEQUE (1885)
En la anterior publicación del 25 de noviembre de este año (2022), nos referimos con el mismo título a una Visita Pastoral realizada en 1902 al Dpto. de Lambayeque por Mons. Ismael Puirredón; ahora la Visita que nos ocupa se realizó 17 años antes, en 1885.
La persona encargada de esta
Visita Pastoral fue quien en esos momentos era Arcediano y Vicario Capitular de Trujillo, Dr.
Juan Antonio Falcón Iturrizaga, nacido en Lima el 13 de julio de 1832 ( Otros biógrafos dan el 13 de junio de 1838), fue hijo de Don Manuel José Falcón y doña Isidora
Iturrizaga; sus estudios los hizo en el Seminario de Santo Toribio de Lima,
optó el grado de doctor en Teología en la Universidad en 1868, Director del
Colegio Seminario de Trujillo; (fue quien trajo a los Padres Lazaristas a
Trujillo); nombrado Arcediano y Vicario Capitular en 1876 y once años después
Deán. Fue Director de la Beneficencia de Trujillo. Publica un informe en 1884
sobre un recurso de fuerza interpuesto por el Sr. Pedro Joaquín Borgoño ante la
Corte Superior de los Dptos. de La Libertad y Lambayeque.
En 1893 es nombrado Obispo
del Cuzco, y fue uno de los asistentes al Concilio Plenario de América Latina en
Roma en 1899, junto con otras autoridades eclesiásticas peruanas como Mons.
Puirredón.
Fallece en el Cuzco el 1 de
mayo de 1909, de avanzada edad y al no haber dejado inventario de sus bienes,
su testamento es considerado nulo y sus bienes dejados tomaron el carácter de
espolios (Los bienes adquiridos con renta eclesiástica, pasarán a poder de la
Iglesia al morir el clérigo que las poseía), solo se pudieron depositar en la
Tesorería Fiscal una Cruz pectoral y el “necesaire” episcopal, desconociéndose
donde se encontrarían los bienes de su testamento.
La Visita del Vicario
Capitular Dr. Juan Antonio Falcón, la realiza primero a la Iglesia San Pedro de
Lambayeque, en compañía de su secretario Máximo Modesto Espinoza (Párroco de
Moche), levantándose el Acta de visita el dia 14 de noviembre de 1885, verificando los libros de bautismo, matrimonio
y defunción, encontrándolo todo bien, y ante el cura interino de esa Parroquia José
Gabriel Santillán (nombrado el 11 de julio de 1884 y titular desde 1891 hasta 1902) dio las siguientes órdenes:
“Necesitando
la Capilla llamada ramada de San Pedro y el local que ha servido de bautisterio
adjunto a dicha Capilla pronta reparación, cuya obra se ha iniciado ya por el
Señor gobernador del Cercado y la congregación de Terciarias de San Francisco;
procurará e Párroco hacer también de su parte todo lo que esté a su alcance
para llevar a cabo esta obra tan necesaria”.
Otra preocupación era el
funcionamiento de la Escuela Dominical de varones, para lo cual se nombró un Comité
Directivo y de Profesores, se daría en el local de la Escuela Municipal, y
las mujeres recibirían también las enseñanzas en la Capilla de San Pedro,
reuniendo a las dos Escuelas a las 3 de la tarde en el Templo para “recitar los actos de fe, esperanza y
caridad” preparándolos para el Sacramento de la Penitencia y Eucaristía.
Le dio una exhortación al Párroco para que explicara el evangelio antes del ofertorio de la misa, que se reúnan todos los
días los feligreses en la Iglesia para rezar el Santo Rosario y que cuando se
reúnan en la casa Parroquial los sacerdotes una vez a la semana se den
Conferencias de Teología Moral.
Dejó escrito que no se permitan los
bautizos privados, solo en caso de peligro de muerte del párvulo, siendo nulo
los realizados por las parteras, los sacristanes u otras personas legas.
También los feligreses que fueran a contraer matrimonio se preparen mediante la
confesión sacramental. Dicho Sacramento de matrimonio no debía realizarse en
privado sino concurrir al Templo y los pobres sean dispensados de los derechos
parroquiales para que no continúen viviendo en concubinato.
En el caso de los enfermos
dio la siguiente orden: “Que cuide de que cuando se administre por
viático a los enfermos el Santo Sacramento de la Eucaristía, acompañen a la
divina magestad(sic) algunos feligreses con velas encendidas o al menos lleven
algunos faroles, que procure mantener la buena costumbre de que la vanda(sic)
de música acompañe en este religioso acto o que cuando hay imposibilidad para
ello, todos los concurrentes vayas rezando o entonando las oraciones y cánticos
que la Iglesia tiene dispuesto para estos casos. Y a fin de que se verifique la
concurrencia de los feligreses, se tocarán algunas campanadas en la torre, en
señal de que se va a sacramentar algún enfermo.
Que no permita que el Santo
óleo de los enfermos, sea llevado por el sacristán, cuando haya de
administrarse la extremaunción”.
Ordenó también que se dé
sepultura a los cadáveres de los pobres sin exigir derecho de estola (prenda de
tela que se coloca el sacerdote alrededor del cuello) y que al pagar los deudos
el entierro menor, se celebre una misa rezada.
Por otro lado, pide se
destierre en la misa el alumbrado de sebo y se use velas de cera. Se mantengan
en prosperidad las congregaciones de la Guardia de Honor de los Sagrados
corazones de Jesús y María y la Orden tercera del Patriarca San Francisco; y
que el párroco cuide de colocar nombres de santos a los que se bauticen.
También que cada año los
mayordomos rindan cuentas de los bienes que administran, controlando los
inventarios.
El dia 15 de noviembre de
1885 visita la Parroquia de Santa Lucía de Ferreñafe, celebrando a las nueve y
media de la mañana la Misa donde asistieron las autoridades del lugar y la
feligresía. El Señor Vicario Capitular Falcón vestido de capa negra al igual
que el Vicario de la Provincia de Lambayeque y párroco de esa Iglesia Don
Manuel José Guerrero (Nombrado desde 1876, después Vicario Foráneo de
Lambayeque, el padre Guerrero falleció el 27 de abril de 1890, siendo sepultado en la Iglesia.
Fue un sacerdote ilustrado que instaló un colegio que después fue autorizado
como “Seminario Menor de Santo Toribio” saliendo de dicho lugar varios alumnos
que recibieron las sagradas órdenes entre ellos el cura Casimiro Chumán). Se
revisaron los libros de Bautismo, matrimonio y defunción el dia 18,
encontrándose todo bien. Siendo el día 20 que se levanta el Acta de la Visita
con la verificación de los libros parroquiales,, el inventario de vasos
sagrados y demás alhajas y paramentos, declararon libre de responsabilidades al
párroco.
Se escribió: “Exhortamos al párroco para
que continúe prestando su activa cooperación y exitando (sic) la piedad de los vecinos encargados de la
reparación del Templo; y procure que la ventana del recamarín(sic) donde se reserva
la Magestad(sic), sea cubierta con una pared levantada a poca distancia de
ella, a fin de evitar las irreverencias que pudieran practicarse desde la calle
que se halla en la parte posterior de la Iglesia y desde donde es visible la
Magestad cuando está espuesta(sic)”.
Su preocupación es similar
como en Lambayeque sobre las Escuelas Dominicales, que se reúnan todos los días
los feligreses en la Iglesia para rezar el Santo Rosario y que cuando se reúnan
en la casa Parroquial los sacerdotes una vez a la semana se den Conferencias de
Teología Moral. También que no se permitan los bautizos privados, solo en caso
de peligro de muerte del párvulo, siendo nulo los realizados por las parteras,
los sacristanes u otras personas legas y que los feligreses que fueran a
contraer matrimonio se preparen mediante la confesión sacramental y dicho
Sacramento de matrimonio no debe realizarse en privado sino concurrir al Templo
y los pobres sean dispensados de los derechos parroquiales para que no
continúen viviendo en concubinato.
En el caso de los enfermos al
administrarles la Eucaristía se acompañe de feligreses con velas o faroles y una banda de música acompañe este religioso
acto o si no fuera posible, los concurrentes vayan rezando o entonando oraciones
y cánticos. Y para asegurar la concurrencia de los feligreses, se tocarán
algunas campanadas en la torre, en señal de que se va a sacramentar algún
enfermo. Además no permita que el Santo óleo de los enfermos, sea
llevado por el sacristán, cuando haya de administrarse la extremaunción.
FIRMA DEL PÁRROCO DE FERREÑAFE
Ordenó también como en
Lambayeque, que se dé sepultura a los cadáveres de los pobres sin exigir
derecho de estola y que al pagar los deudos el entierro menor, se celebre una
misa rezada. Que se mantengan en prosperidad la congregación de la Orden tercera
del Patriarca San Francisco; también que cada año los mayordomos rindan cuentas
de los bienes que administran, controlando los inventarios.
Sobre el cementerio dejó las
siguientes indicaciones: “Que encontrándose el cementerio de esta parroquia
enteramente destruido, de tal suerte que está espuesto(sic) a toda clase de
profanaciones; es de la más urgente necesidad exigir cuanto antes uno nuevo,
cuya primera piedra hemos hoy bendecido i colocado; exhortamos al párroco, a
las autoridades y a toda la feligresía, a fin de que concurran sin distinción
de clase ni condición; a la realización de una obra tan necesaria, con sus
limosnas unas y su trabajo personal otros. Con tal objeto encargamos a los
hermanos veinticuatro de la hermandad del Santísimo, se turnen semanalmente en
colectar limosnas para esta obra en la puerta de la Iglesia de todos los fieles
que concurran a ella en los días festivos”.
Recordemos que la Sociedad
“Hermanos veinticuatro del Santísimo” de Ferreñafe, se organizó el 24 de julio de 1873 y
fue instalada por el señor Vicario Capitular Juan Antonio Falcón en esta fecha
de su Visita a Ferreñafe de 1885. Haremos mención que el investigador Jorge Izquierdo Castañeda en su libro "Corpus Christi"(2016) nos da a conocer que también en Lambayeque existía una "Hermandad veinticuatro del Santísimo" la que se reorganiza el 29 de setiembre de 1878 con el párroco Manuel Orbegoso.
Los días 21 de noviembre y 1
y 2 de diciembre de 1885, se realiza la Visita del Vicario Capitular Dr. Falcón
a la Parroquia de Santa María de Chiclayo, en donde aquel 21 de noviembre
celebró una misa con asistencia de las autoridades del lugar y los feligreses, estando
como Párroco interino Don José María Sánchez Tejada (Quien estuvo años antes en Trujillo a
cargo de una escuela en la época del Presidente Castilla, luego se le encuentra
en Olmos (1875-1882) y Motupe (1879) y posteriormente para 1904 como
Vice-Párroco en Monsefú).
Realizó la revisión de los
libros de Bautismo, matrimonio y defunción el dia primero de diciembre y al día
siguiente se levantó el Acta de Visita con similares órdenes impartidas para Lambayeque y Ferreñafe, siendo casi las mismas como: Explicar el evangelio todos
los domingos y días de fiesta, que en la reunión de los sacerdotes se imparta
Conferencias de Teología, los bautismos no sean privados, para los matrimonios
se preparen los contrayentes, las indicaciones para la Eucaristía en los
domicilios, no negar la sepultura a los pobres, que se mantengan en estado de
prosperidad las congregaciones de la Guardia de Honor del Sagrado Corazón de
Jesús, de Hermanas de María y la Orden tercera del Patriarca San Francisco.
Sobre el estado de la
Iglesia dice: “Que necesitando la Iglesia del aseo general que requiere el sagrado
lugar donde se verifican los angustios misterios, procure el párroco excitar la
piedad de toda la feligresía, a fin de que con el trabajo personal de unos con
las limosnas de otros; se lleve a cabo a la mayor brevedad posible la
reparación y desencia de la casa de
Dios”.
También da instrucción para
que exista libro de inventario firmado por los mayordomos donde consten las
alhajas demás especies que tengan a su cargo y custodia y por motivo del gran
número de feligreses dice: “Que siendo demasiado numerosa la feligresía
y por lo mismo casi imposible atenderla el párroco por si solo, se busque
cuanto antes por lo menos un sacerdote que le sirva de ayudante”.
MISA DE SALUD AL OBISPO DEL CUZCO J.A. FALCÓN (1903) ARCHIVO PUCP
SE HA CONSULTADO:
-Libro de Bautismo de Chiclayo (1889-1887).
-Libro de Bautismo de Ferreñafe (1883-1886).
-Libro de bautismo de Lambayeque (1879-1895).
-Anales del Primer Congreso de Irrigación del Norte (1929).
-Monografía de la Diócesis de Trujillo (1931).
-Memoria Ministro de Justicia, Instrucción Culto y Beneficencia (1878).
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