PIDEN
JUSTICIA LOS DE LA RIFA CHINA EN CHICLAYO (1918)
En el año 2013 publiqué un
relato titulado “Juegos y muerte en Chiclayo” donde hago referencia al juego de
la “Rifa China” que llegó a su mayor apogeo en los últimos años del gobierno
del Presidente Augusto B. Leguía. Dicha rifa también llamada chifatay o chiffá
pero entre los asiáticos era conocida como Pac-ka-piú. Primero se lanzaba una
charada para que las personas traten de adivinar cual era la figura que iba a
salir. Por ejemplo la charada decía: “Payaso que se pinta en secreto”, había que
pensar de que figura se trataba, en este caso era la muerte ya que al difunto se le maquilla en el cajón;
correspondía al número 8 (Era el dibujo de un hombre y en su cuerpo habían 36
figuras cada una con su numeración). Era una fiebre para mediados los años 20
del siglo pasado, la gente apostaba en estos juegos a pesar que estaban
prohibidos.
Don José Vicente Razuri,
conocido por el apelativo de “lata”, en uno de sus anécdotas publicados en su libro
“Séptimo Mandamiento” (1949 aprox.), precisamente titulado “La Rifa china” nos
explica como los subprefectos de finales del siglo XIX en este caso de
Pacasmayo se la “rebuscaban”, pero dejemos nos lo cuente: “Al despacho de nuestra honrada
autoridad presentóse un chinito, procedente de Chepén con el objeto de
solicitar permiso para la apertura de una casa de juego. Explicado que hubo el
macaco la razón de su visita, el honesto funcionario “pegó el grito al cielo”
haciendo que el chinito pusiera pies en polvorosa, ¡Como iba a permitir él, un
sub prefecto honrado, la corrupción del pueblo de Chepén, autorizando el
funcionamiento de una casa de juego¡.” Pero al parecer el sub prefecto
reflexiona y ordenan que vuelva el chinito y le autoriza el funcionamiento de
la casa de juego, entregándole dos libras de oro para que le apunte a cachimba
y la noche inaugural coincidentemente salió “cachimba” cobrando 27 veces lo
apostado es decir 54 Lp. El sub prefecto, quien al recibir el premio vuelve a
entregarle al chinito dos libras apostando a “pie de cura”, quien vuelve a
salir ganador, al volver a darle las 2 libras al chinito para que apueste a “chancho
gordo”, adivinando las intenciones del sub prefecto el chinito le devuelve casi
de la mano el dinero y le dice: “No señol….Casa de juego queblao. No polel
seguir así. Esa gente siemple gana, apunta mucho, ganao mucho, chino peldel
todo.
Ignoramos el por qué, pero el
honorable Vargas se quedó de una pieza, cariacontecido y a la vez desconcertado
por la respuesta del oriental. Mas, con el tiempo, llegó a la conclusión que
había desterrado el juego de la provincia…sin rebuscarse un centavo…¿Qué dicen
ustedes? “.
En una reciente publicación
en el semanario “Expresión” de Chiclayo de fecha del 10 al 17 de febrero del
2022 (versión digital) el catedrático e historiador Martín Cabrejos
Fernández escribe un artículo titulado
“Campaña contra la Rifa China en medios periodísticos lambayecanos” donde
da a conocer las campañas de los
periódicos de la época contra estos juegos: “El Departamento” (1900), “El Republicano”
(1900), “El Eco Popular” de Ferreñafe (1901), “La Voz de Lambayeque” (1924) y
“Ahora” de Chiclayo (1934).
Respalda estas versiones periodísticas
dadas a conocer por Cabrejos, lo que cuenta en otro libro José Vicente Rázuri “lata”
titulado “Chiclayo y su poeta” (1966) relatando lo que le pasó a don Juan de
Dios Lora y Cordero en 1899 cuando los obreros formalizaron un mitin de
protesta contra el prefecto del departamento que quería establecer la rifa
china en una casa de juego, subvencionada por asiáticos, el pueblo indignado se
dirigió a la Prefectura pidiendo la cancelación de esa licencia a lo que la autoridad accedió. En esta
protesta hubo muchas personas influyentes pero el Dr. Lora no concurrió. Dejemos
que el escritor nos lo cuente: “Al siguiente dia el prefecto que era un
señor Rivero encontró al Dr. Lora en la calle y dirigió la palabra al
distinguido abogado y la autoridad así le dijo: Me alegra Dr. Lora que no haya
estado Ud. engrosando a los obreros que protestaban contra la licencia de la
rifa china. El Dr. Lora contestó, no fui ayer, porque me repugnaba la cara de
sinvergüenza que tiene Ud. como prefecto del departamento”.
Con relación al título de
este artículo “Piden justicia los de la Rifa China en Chiclayo”, nos vamos a
referir al caso del asiático Sheng Lee, quien presenta acusación ante el Juez
del Crimen de Chiclayo contra dos ciudadanos: Tomas Navarrete y Eduardo Flores
por estafa; dicho asiático Sheng Lee era jefe y representante de una casa de
juego establecida en Chiclayo “acusando a Tomás Navarrete del delito de
estafa frustrada, consistente en la suplantación de un billete correspondiente
al juego de azar conocido con el nombre de paca-piu, mandado comprar por el
acusado, pero alterado de tal modo por éste, que daba lugar al cobro de un
fuerte precio, que no era el real, conforme a la estructura peculiar de ese juego
prohibido”
El caso es elevado a la
Corte Superior de Justicia de Lima (todavía no se había creado la Corte de
Lambayeque) donde se revisa el recurso de nulidad interpuesto por Tomás
Navarrete y Eduardo Flores por estafa
frustrada. El dictamen Fiscal declara que: “Es inadmisible la querella que
imputa la comisión del delito de estafa verificado con ocasión de juegos de
azar prohibidos por la ley”.
El Fiscal se pregunta ¿Cómo
ha podido permitirse legalmente la presentación y más aún ser admitida?. A
pesar de tales omisiones de los funcionarios judiciales de Chiclayo y no tomar
en cuenta aspectos legales: “se refiere en esto último el fiscal a las
disposiciones explícitas y categóricas, así de la ley civil al prohibir en el
territorio del Perú todo juego de azar, según es de verse por el art.° 1736 del
código sustantivo, que textualmente dice: Los juegos de suerte y azar están
prohibidos etc.; como la ley penal, que en el art. 364 del código respectivo,
expresa: Los que establecieren juegos de suerte o azar, sufrirán arresto mayor
en 2° grado. Si reincidieren, sufrirán cárcel en primer grado, etc”.
A juicio del Fiscal, es nulo
todo lo actuado, declarando improcedente dicha querella. Finalizando el Fiscal
Gadea diciendo: “Tal es la resolución que propone el fiscal al tribunal Supremo, sin
perjuicio de la que éste puede expedir y sea más arreglada a ley”. (Anales Judiciales de la Corte Suprema de
Justicia, Año Judicial de 1918- Tomo XIV).
Esta fue la manera de hacer
justicia aquellos años de 1918, al no reconocer el delito de estafa frustrada, sobre
un juego que era prohibido.
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