martes, 19 de noviembre de 2024

LA PLAZUELA ELIAS AGUIRRE Y SU CENTENARIO MONUMENTO



 

LA PLAZUELA ELIAS AGUIRRE Y SU CENTENARIO MONUMENTO



Este próximo 9 de diciembre del 2024 se cumplirían 100 años de la inauguración del monumento al 2° Comandante del Monitor “Huascar”, el chiclayano Remigio Elías Aguirre Romero, caído en la Guerra con Chile.

Tanto la Plazuela que lleva su nombre como el monumento en sí están ligados; trataremos de dar a conocer la historia de ambos: Corría el año de 1894  y llega a Chiclayo como Prefecto del departamento de Lambayeque durante el gobierno de  Don Andrés Avelino Cáceres, el Dr. Hildebrando Fuentes Núñez del Prado (Lima 1860/New York1917) quien se caracterizaba por ser una persona de inquietud por el progreso de los pueblos; ganándose la simpatía de los chiclayanos y de todo el que lo visitaba, era un orador de nota.

En aquellos años las casas de los indígenas que vivían en la calle “Real” (Hoy Elias Aguirre) eran de pésima construcción (Hasta las puertas eran de cuero de res y de carrizo teniendo como cerradura una cuerda de cuero trenzado) al ver el Dr. Fuentes esto,  además del muladar que había cerca a la Estación del F.C. de Eten, es que convoca a las autoridades locales y vecinos notables para formar un Comité para llevar a cabo la destrucción de la “Huaca de la Estación” como se le conocía para allí levantar una Plazuela y colocar un busto de mármol del héroe chiclayano. Dicho comité denominado “Comité General para la erección del monumento a Elías Aguirre” estaría presidido por el señor Prefecto, el Alcalde, (Tnte. Alcalde José Guillermo Polo), el Presidente de la Beneficencia Pública (Eloy Arbulú) y cuatro personalidades representativas entre las que estarían dos súbditos italianos que tenían sus casas comerciales.

Días después se dieron comienzo a los trabajos de deshacer la “Huaca de la Estación” en la que tomaron parte los presos de la cárcel y los vagos y zafios que “caían” en las rondas nocturnas de los gendarmes y serenos. Los trabajos fueron dirigidos por el señor Enrique Donkelan y bajo el control de los miembros de dicho comité, quedando listo después de 32 días de trabajo para el trazo de la futura Plazuela. Para reunir fondos se organizaron quincenalmente conciertos, veladas y recitaciones en el teatro Dos de mayo. Los alarifes (albañiles de hoy) dieron un día de trabajo y el pueblo de Monsefú regaló árboles y plantas para los jardines y Eten regaló la piedra de canto rodado para el centro de la Plazuela.



Ya casi para terminarse el embellecimiento de la Plazuela y la erección del busto que se estaba cincelando en Lima se produjo la revolución contra el Presidente Cáceres que capitanearon en el norte Teodoro Seminario y  Juan Orozco; es allí que el Prefecto Fuentes con sus tropas {(Una pieza de artillería al mando del capitán Carlos Olivera, 70 hombres del Batallón “Junín” N°2 a mando del Tnte.Corl. Manuel Gallardo; 30 hombres de la Columna “Ferreñafe” al mando del Sargento Mayor Manuel Salazar Pinillos (Ferreñafano); 45 hombres de la de caballería de las facciones de “Cazadores del Desierto”- “Libres de Lambayeque” y un Piquete de gendarmes al mando todas del Teniente Coronel. de la G. N. don Roberto Barandiaran Cavero (Lambayecano)}, afronta la lucha contra los montoneros  produciéndose en uno de esos encuentros, la batalla de “Palala” cerca de Chóchope donde las tropas del gobierno fueron derrotadas contándose entre los 17 heridos al mismo Prefecto quien volvió a Chiclayo a curar sus heridas. Con la entrada de Piérola a Lima en marzo de 1895 y la renuncia de Cáceres es que hubo destitución de las autoridades y tuvo que partir el Dr. Fuentes.

Tuvieron que pasar dos años para que el 28 de julio de 1897 se inaugurara la Plazuela “Elías Aguirre” y en cuyo centro en un pequeño jardín encerrado por una reja de fierro se levantaba el busto del héroe chiclayano (Fue el primero que se levantó en el Perú recordando a los marinos del “Huascar”); tocándole dicho acto al Prefecto Sr. Don José María Rodríguez y Ramírez, siendo Alcalde de la ciudad el Sr. Juan Manuel Maradiegue y  Bullón ante una nutrida concurrencia habiendo luego por la noche vendimia, retreta, fuegos artificiales.



Es en 1906 que el Doctor Juan del Carmen Ugaz Maradiegue como Alcalde, realizó arreglos a la Plazuela ya que su suelo no era apto para que crecieran plantas por ser salitroso, construyendo grandes noques aisladores de ladrillo y cemento rellenándolos luego de tierra de cultivo y sembrando cuatro variedades de palmeras que se mantenían en el Hospital de Las Mercedes traídas de Lima. Se tendieron veredas con piedra azul a las calzadas que rodeaban la plazuela. Pero no solo se  realizó eso; dejemos que el Dr. Ugaz nos cuente: “En la sección de la calle comprendida entre la estación del ferrocarril de Eten y la fábrica de Luz Eléctrica se han construido también pequeños noques con sardinel de granito, para plantar en ellas ficus y llenar ese espacio con una alameda. La impresión que causa al viajero que por primera vez llega en ferrocarril a nuestra metrópoli departamental, debe de ser poco agradable, por falta de estética en esos edificios y a subsanar en parte este defecto, viene la alameda que se proyecta, con cuyo fin, hay acodadas cerca de  300 ramas de ficus entre los árboles de la plaza principal”. (Para el año 1918 ya había desaparecido la Alameda que habla el Alcalde Juan del Carmen Ugaz  Maradiegue).



Es en 1915 a iniciativa del mismo Dr. Fuentes, sin ser ya autoridad pero deseaba la remodelación de la Plazuela y que lleve ahora un monumento de bronce, con la colaboración de las autoridades locales se fue madurando la idea y luego en especial con la colaboración de Don José Francisco Cabrera quien posteriormente fuera Diputado por Chiclayo se  consiguió en el año de 1923 que en el Presupuesto de la República del siguiente año, una partida necesaria para llevar a cabo tan patriótico proyecto (S/. 35,000 soles).

En 1924 se obtuvo del Erario Nacional  dicho dinero, dándose inicio a los trabajos, realizándose un nuevo trazo de la plazuela el que corrió a cargo del Ing. Luis Antonio Noya Ferré (Chiclayo 1891 /Lima 1967 – Casó en Chiclayo en 1927 con Luisa Blanca Larco Ferrari) en donde se colocaron 40 bancas de madera y fierro, se colocó además piso de mosaicos, se puso buena iluminación y se arreglaron los jardines.

El monumento de bronce lo realizó en Lima el Sr. David Lozano Lobatón (Lima 1865/1936) y el pedestal de granito fue trabajado por el obrero limeño señor Palma. El busto de mármol fue trasladado a la casa donde nació el héroe (En los bajos de la Sociedad Obreros de la Unión de la calle Elías Aguirre).



La inauguración que se realizó el 9 de diciembre de 1924 estuvo a cargo del Prefecto don Vicente Manuel Russo Fry y el Alcalde Adán Wenceslao Grillo Núñez.

La Plazuela ha sido escenario de muchas ceremonias y actividades cívicas, punto de reunión de los aspirantes a escritores o el lugar de cita de los enamorados y hasta el reposo de ancianos (Como el poeta Arturo Schutt y Saco), o como también de manifestaciones políticas.



Además se notaba concurrencia a la plazuela para ingresar por un callejón al tendido de sombra y palcos de la Plaza de Toros que estaba en la parte posterior de la plazuela, colindante con la calle San Pedro (Hoy Vicente de la Vega).  La Plaza de toros era una plaza rústica a dónde venían toreros extranjeros que se quedaban en Lima haciendo provincias y llegaban “caleteando” a Trujillo y Piura.



Esta fue una sucinta historia de la plazuela “Elías Aguirre” y su monumento centenario.

SE HA CONSULTADO:

-“La Plazuela Elias Aguirre tiene 85 años de inaugurada” por Nicanor de la Fuente en suplemento dominical de “La Industria” de Chiclayo del 25 de diciembre de 1977.

-“Un Prefecto benefactor de Chiclayo, Trocitos de historia sobre la Plazuela Aguirre” por Alejandro O. Araujo en “La Industria” de Chiclayo del 8 de junio de 1966.

-Memoria del Prefecto del Dpto. de Lambayeque Sr. José María Rodríguez y Ramírez –Publicada en 1898.

-Informe sobre la lucha contra los montoneros por parte del Prefecto Hildebrando Fuentes en 1895.

- “A Propósito” por Nixa: “La Plazuela Aguirre” (27-10-2006); “Una tarde de toros” (26-08-2008); “La Plazuela Elías Aguirre”, “Cuando iban a los toros” (Década de 1980) en “La Industria” de Chiclayo.

-Datos sueltos obtenidos del Internet.

 


sábado, 2 de noviembre de 2024

PROCESIÓN - ROBO DE CUSTODIA (CHICLAYO SIGLO XIX)

 

PROCESIÓN - ROBO DE CUSTODIA

(CHICLAYO SIGLO XIX)



El viajero ingles George R. Fitz-Roy Cole visitó por asuntos comerciales el Perú por espacio de dos años, recorriendo varios lugares entre ellos Chiclayo.

La referencia que nos brinda sobre una procesión dicho viajero al respecto de Chiclayo es de la noche del 8 de abril de 1873 (día martes de Semana Santa); nos describe una Plaza Principal llena de una multitud esperando la procesión anunciada, gozándose de un clima fresco. Entre la multitud percibía a los Arbulus, Arizolas, Aguirres y muchos otro que constituían las personas notables del lugar.

Al referirse a nuestra Catedral dice: “Enormes pilas de madera de algarroba (árbol del algarrobo) se están quemando en el espacio abierto en el frente de la inconclusa Iglesia (…) Ingresando al edificio, el visitante puede cuestionarse sobre la estabilidad de los arcos de ladrillo los cuales se extienden en el pasillo central y están destinados a soportar el techo (…) Los muros del antealtar y crucero están terminados y listos para recibir la cúpula la cual completará el magnífico regalo hecho por el Presidente Balta a sus compatriotas de Chiclayo”.



Dando vueltas a la Plaza Principal aquel viajero observó diversos tipos de hombres, de piel morena y negra y blancos criollos; cualquiera sea su color todos usaban poncho de colores brillantes con pantalones blancos de algodón y sombrero blanco de paja todo lo que constituye a atuendo masculino.

Las mujeres están encargadas de la venta de chicha, limonada y tortas dulces; ellas están vestidas modestamente con una jerguilla negra, su cabello oscuro trenzado y tirado hacia atrás sobre los hombros en dos o más trenzas largas.

Un murmullo irrumpe de la multitud y todos los ojos miran hacia la Iglesia Matriz de donde lentamente sale la procesión. Dejemos que él mismo describa este momento:

“(…) lentamente surge la procesión de curas vestidos con túnicas blancas precedidas por el anda sostenida por los hombros de doce zambos y seguidos por los músicos del pueblo ejecutando música solemne. Imágenes de nuestro Redentor y de seis de los apóstoles son vistas dentro del “anda” la cual está decorada con flores e iluminada por numerosos cirios.

Al aproximarse a la Iglesia inconclusa, la música cesa, los músicos bajan sus instrumentos de bronce y el presbítero que dirige la procesión canta él Te Deun junto con las voces de los músicos y de aquellos que conforman la multitud de ambos sexos que llevan cargando lámparas y antorchas.

A medida que la procesión se aproxima al centro de la Plaza, la risa y la charla cesa entre la alegre muchedumbre (…) el cholo reverente se quita el sombrero y arrodillándose permanece en esa actitud de humildad con los brazos cruzados en el pecho, hasta que la procesión ha pasado”.


                                                            PROCESIÓN POR LA CALLE SAN JOSÉ DE CHICLAYO 1893

Seguramente uno de los sacerdotes vestidos con túnica blanca era el Cura y Vicario de Chiclayo Dr. Manuel Vargas Machuca. En otro momento nuestro viajero George R. Fitz-Roy Cole manifiesta lo que le habían transmitido sobre lo sucedido hace no muchos años en las procesiones de Pascua de Resurrección: “(…) la imagen de nuestro Redentor la que estando hecha para tropezar a intervalos bajo el peso de la cruz, representando así su camino al Gólgota; la imagen recuperaba su posición por medio de alambres que se ocultaban entre los soportes del anda. El entendimiento ignorante del cholo que era incapaz de comprender el simple dispositivo mecánico por el que éste era provocado, atribuía este movimiento a una acción sobrenatural”. 



Por otro lado 20 años antes, exactamente en la noche del 5 de mayo de 1853, manos sacrílegas robaron la mejor alhaja que tenía Chiclayo, la CUSTODIA; quedando solo en el Tabernáculo el viril que contenía la Sagrada Hostia.

Se otorgaba un premio de doscientos pesos al instante, de gratificación (Sin que su nombre sea conocido) a la persona que de pleno o simple conocimiento de los autores o del paradero de la prenda sagrada robada al Santísimo Sacramento. Para esos momentos se encontraba como cura de Chiclayo el R.P. Fr. José Arias V.J.E. (Quien en 1848 sufrió maltratos del sub Prefecto interino Francisco Lastre  en circunstancias en que la autoridad trataba de hacer cumplir un bando que prohibí los actos fúnebres públicos).

Es de recordarse que esta Custodia la mandó confeccionar en Lima por los años de 1816 a 1817  el Señor Don Pablo Velis y su costo fue de más de tres mil pesos.  

No es hasta el mes de setiembre de ese mismo año de 1853 que se tiene conocimiento del envío por barco hacia Lima de 25 hombres reclutados, entre ellos se encontraba José María Ardiles quien estaba comprendido en el robo de la Custodia de la Iglesia de Chiclayo; al cual no se le podía dar de baja y apresarlo ya que fue recomendado por el Sub Prefecto de la Provincia (a quien seguramente sorprendió solicitando enrolarse al ejército y huir así de la justicia).

Lamentablemente no se ha podido ubicar mayores datos de este hecho delictuoso. Estos fueron dos acontecimientos desconocidos de nuestra historia.

SE HA CONSULTADO:

-“The peruvians at home” (Los peruanos en su casa) de George R. Fitz-Roy Cole – Londres 1884. (En inglés).

-Diario “El Comercio” de Lima del 22 de junio de 1853.

-Catálogo del Archivo Histórico-Militar del Perú – Tomo XXXI – 1976

- Calendario y Guía de Forasteros de la República Peruana  de Eduardo Carrasco – 1852.

-Guía Política, Eclesiástica y Militar de Pedro Cabello – 1873.

-Bando dado en Chiclayo el 24 de octubre de 1843 por el Sub Prefecto Juan de Dios Dias.