lunes, 12 de abril de 2021

ANECDOTAS EN EL COLEGIO DE MI ABUELO

 

ANECDOTAS EN EL COLEGIO DE MI ABUELO

Mi abuelo Don Angel Octavio Diaz Villegas, nació en Bambamarca el 26 de Julio de 1895 y llega a Chiclayo en 1920 como Preceptor, trabajando en el Colegio San José que estaba bajo la dirección de Karl Weiss, llegando a ser inspector del internado y en 1925 nombrado Director de la Primaria, habiendo sido maestro de cognotadas figuras como Andrés Towsend Escurra, Miguel Oneto García, etc


                                                              Angel O. Diaz Villegas

Posteriormente trabajó en Chongoyape, Villa de Eten, Puerto Eten, para luego regresar a Chiclayo, laborando en el Liceo “Aguirre” de Moises R. Valiente y posteriormente en 1940 fundar su colegio “Hipólito Unanue” en la calle Lora y Cordero; es aquí donde sucedieron los acontecimientos a contar, los cuales son anécdotas que sucedieron dentro de una pequeña escuelita primaria.

                                 Paso del colegio "Hipólito Unanue" por la Iglesia Matriz


Ya nuestro recordado periodista y poeta Nicanor de la Fuente a inicio de los años 60 le escribió un anecdota en su columna “A Propósito” del diario “La Industria” (12-05-63) titulado “Es usted un Angel” recordando que cuando profesor en el colegio San José enseñaba a sus alumnos su afición a la poesía, años después en los años 80 escribe en otro "A propósito" titulado "El enamoródromo chiclayano"  haciendo referencia  que como Inspector de Parques y jardines del Concejo Provincial de Chiclayo y habíendo un problema de moralidad, con las parejas que acudían al parquecito “Lurín”(que existió en la Av. Bolognesi frente al Politécnico Pedro Labarthe, hizo sacar las bancas y cortar las palmeras. Pero mejor pasemos a los anécdotas:



                                                                 Parquecito "Lurín"


EL EXAMEN FINAL:

A mediados de la década de 1940, en el colegio de mi abuelo, para finalizar el año escolar, se les tomaba entre otras, una prueba oral a los alumnos, ante un jurado de tres profesores, entre los cuales se encontraba mi padre (que temporalmente apoyaba, antes de viajar a postular a la Escuela de Ingenieria en Lima) el alumno que estaba frente a ellos era hijo del sastre Esquives, natural de Reque, que tenia su local en la calle Teatro. Al tocarle la pregunta a mi padre, le dice:

-Haber Marcos Esquives, ¿por que son importantes las aves guaneras?




Este alumno era como buen recano bien empatadito y panzoncito y sus compañeros le decían de apodo “patata”; comenzó a mirar al techo y a todos lados; sus demás compañeros estaban observando desde la puerta del salón y trataban de ayudarlo por medio de señas y gesticulaciones, algunos de ellos se cogían la nariz tapándosela con dos dedos, otros moviendo el brazo desde atrás para adelante con el puño cerrado, haciéndolo de arriba hacia abajo (como queriendo ir al baño), otros de mil y una forma, hasta que Esquives la captó y tratando de disimular se coge la barbilla en actitud pensante y responde:

 ¡ Ah, por su cagada¡

A lo que ante tal imprevista contestación, todos los presentes soltaron la risa por tan ingeniosa respuesta. Aprobando el año.

SE DESPIDIÓ DE SU COLEGIO:

Aquel inicial local del colegio “Hipólito Unanue” era también hogar de mis abuelos que tenían su dormitorio a la mitad de la casa, una noche ellos comienzan a escuchar ruido en los salones que estaban en la parte delantera, era un fuerte ruido como que movían las antiguas y enormes carpetas de madera, levantándose ellos para investigar a que se debían esos ruidos, o si algún ladrón había entrado, pero al llegar a los salones, encendieron la luz y todo estaba normal , las carpetas estaban en su sitio, volviendo a acostarse.




A la mañana , las clases continuaron pero hacia el medio dia , recibe mi abuelo la noticia que uno sus alumnos, había fallecido. Esto fue algo inexplicable.

UN AVISO DEL MAS ALLÁ:

En otra oportunidad, había una señora de edad que ayudaba en la cocina y pernoctaba en una habitación al fondo de la casa, esta señora se enferma y es llevada al hospital de Las Mercedes para su atención, quedando internada.

Recordemos que por esos años los hospitales en el Perú estaban a cargo de las Sociedades de Beneficencia, y Chiclayo no era la excepción; además por motivo de la Segunda Guerra Mundial pasaban por una crisis económica; para mediados de los años 40 se contaba con servicio de agua potable pero no de desague , por lo que habían carretas con un pequeño cisterna abierto que recorrían la ciudad recogiendo las llamadas “aguas sucias” que eran las utilizadas en los quehaceres de la cocina y cada casa sacaba su lata llena para volcarla en esos depósitos.




Continuando con el relato, una mañana mi abuelo se dirigía al baño para asearse, y es al pasar por la cocina , delante de él cae un pesado lavador de fierro enlosado que servía para el lavado de ropa, quedándose completamente sorprendido y sin explicación alguna, olvidándose luego del hecho , con el pasar del día recibe la noticia que dicha señora había fallecido en el hospital. Algo sobrenatural fue eso.

EL BROMISTA RESULTÓ ASUSTADO:

Por esos tiempos, mis abuelos tuvieron que viajar y mi padre se quedó al cuidado de la casa, es entonces que una noche cerca de la media noche comienza a escuchar ruido en los salones que estaban al lado de puerta de ingreso, tomando la decisión de salir a ver que pasaba, pero como protección fue al corral y sacó a un perro grande que tenía llamado “Shep” a quien soltó al llegar a los salones, mientras buscaba el interruptor de luz el perro fue buscando hasta que se escucho un grito: “Welin, agarra el perro” ¿que había pasado?, el vecino y amigo de mi padre Jorge Moreno Coronel, al pasar por la puerta principal y empujarla , se había abierto, ya que se había olvidado mi padre de ponerle el picaporte, y es la razón por que entra haciendo bulla con la intención de asustarlo ya que sabía estaba solo, pero no pensó la reacción de mi padre. Lección que no olvidó el bromista que con el pasar de los años llegó ha ser un alto funcionario bancario.

                                                         Jorge Moreno Coronel


ILUSTRACIONES: Archivo personal y dibujos de Noé Solano V.  del libro ANECDOTARIO NACIONAL de Carlos Fernandez Mora . Costa Rica 1956

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