EL
HUEREQUEQUE EN LA CULTURA POPULAR LAMBAYECANA
El huerequeque, se ha
convertido desde hace muchísimo tiempo en el ave representativa del departamento de Lambayeque, así como lo
es el águila calva para los Estados Unidos o el oso pardo para los rusos
(salvando las distancias).
El huerequeque, cuyo nombre
científico es “Burhinus superciliaris”,
también es conocido como Alcaraván peruano. Es un ave de patas largas y cabeza redonda y
grande, es de color gris, vientre blanco, su iris es amarillo y grande. Para
1999 estaba registrada en la evaluación de la abundancia relativa en relación
al tiempo como ”Escaso” en el aérea de Batangrande, pero para el 2013 estaba
considerada como una especie común de esa zona. Existiendo también estudios de
la especie en la zona de Chaparrí. En los pueblos del departamento de
Lambayeque, antiguamente se les cazaba al medio dia con la ayuda de un espejo
que enfocaban al animal y este cegado por la luz se dejaba agarrar.
Su figura ha estado presente
en muchos aspectos de la vida de los lambayecanos, (político, literario,
musical, periodístico, deportivo, comercial, anecdótico, etc) quizás todo comenzó como un apodo hasta que con
el tiempo se convertiría en un sobrenombre que fue aceptado gustosamente.
EN LO POLÍTICO:
Se dice que en el siglo XIX existía una larga y absurda contienda política
entre lambayecanos y chiclayanos (ambas
ciudades pretendía tener el poder político
en el departamento, cada ciudad se inclinaba y apoyaba a determinado
personaje político en pugna, esperando triunfase para aprovecharse de su
victoria y derivarlo ese triunfo a favor
de su ciudad) se les llamaban a los lambayecanos “huerequeques”; nombre que con
el tiempo dejó de ser ofensa hasta convertirse en un sobrenombre familiar entre
lambayecanos y chiclayanos.
EN LO LITERARIO:
El Dr. Rómulo Paredes cuyo
seudónimo era “Monsieur Treville” lo escribía con “G” al igual que don Carlos
Camino Calderón en su “Diccionario Folclórico del Perú” (Lima 1945). Pero el
común del pueblo continúa escribiéndolo con “H” ya que nos parece suena mejor.
En la poesía lambayecana,
están registradas tres composiciones poéticas que le cantan a esa ave:
-“El canto al huerequeque” de Juan Vera Gastulo (“Costumbres y
Tradiciones del departamento de Lambayeque” 1981).
“El canto del huerequeque
/es una tradición norteña / porque su cantar nos enseña /a gozar del buen vivir
(…)”.
-“El Huerequeque” de Martín Lozada Vásquez (“Valle de Zaña”
1997).
“Rey de la noche serena,/
nocherniego empedernido /galán de la luna llena /de las demás su ingreido.(…)”.
-“El Huerequeque” poesía de
Alfredo José Delgado Bravo.
“Hijo del viento y la arena/
con plumaje de garúa/ y timideces de niebla/ (…) Encarnación de la noche /en un
viviente ceramio /que veneran los zapotes”.
EN LO MUSICAL:
Existen también tres
composiciones musicales que le cantan al huerequeque:
-“Huerequeque” marinera de Agustín Monsalve Córdova y Vicente Nisizaka
Mejía, la cual fue llevada al disco por el conjunto “Los Mochicas” de don
Nicolás Seclén Sampén. Es importante resaltar que en la Glosa, dicho o lo
hablado la letra original es en la interpretación de Los Mochicas “De Chiclayo
a Lambayeque mataron un huerequeque y del
buche le sacaron un cholo de ñeque”,
posteriormente tanto “Los Chiroques” como “Los Trovadores del Norte”
sacaron sus propias versiones desapareciendo el “ñeque”(termino que era un
distintivo regional, aludía a los cholos lambayecanos, orgullosos de sus
apellidos y por su inconfundible forma de hablar).
“Huerequeque / pájaro
limpiador /huerequeque / Pájaro limpiador./ Tu simbolizas mi tierra,/ Pajarito
canillón (…) “
El tondero titulado “Mi
Huerequeque” de la estudiosa del folclore norteño Edelmira Lizarzaburu.
“Yo tengo un huerequeque /
que nadie canta como él, /luce muy bien adornado / con cintas y cascabel (…)”.
Por último el poeta
chiclayano Juan José Lora Olivares escribió el Golpe I (en “Con sabor a mamey”
1962) donde rescata a esta ave:
-“(…) Tú tienes tu
huerequeqe,/ un colambo tienes tu. / el mío lo tengo en Reque. /El mío está en
Monsefú (….)”.
EN LO PERIODÍSTICO:
En el mes de marzo y abril
de 1944 el Semanario “Buen Humor” de Lima, realizó una serie de publicaciones de
una crónica viajera con el título: “De Lambayeque a Chiclayo mataron un
huerequeque y del buche le sacaron un cholo de Lambayeque…” cuyo
objetivo al realizar dicho viaje al norte era ubicar el sitio preciso en donde
cayó muerto el huerequeque de esta popular canción lambayecana.
Como es sabido, este
periódico por su nombre se entiende tenía una línea satírica pero llevada a lo
serio. Los lectores chiclayanos se contaban por miles, ya nos imaginamos que en
ese lapso de las publicaciones, estaban cada semana ansiosos de saber más sobre
esta expedición venida al norte para
conocer sobre este hecho.
Esta Embajada Artística y
Científica que salió de Ancón para las tierras norteñas a efecto de ubicar con
pitagórica precisión el sitio donde murió el huerequeque estaba integrada por:
Eduardo Eckhardt Pastor (Quien proporcionó el auto), José Vicente “Lata”
Rázuri, José Muñiz, Leonidas Rivera (Dueño del Semanario) y el Dr. Nicolás Eliseo
Cavassa (insigne tocólogo). Y a cargo del timón del Ford, el Sr. Cesar
Torreblanca.
Ya con anterioridad José
Vicente “Lata” Rázuri, así como el Dr. Cavassa había envíado cartas a sus
amistades del norte (Pacasmayo, Guadalupe, Chepén y Chiclayo) avisándoles de
tan importante expedición. En uno de los párrafos en verso de una de las cartas
enviadas por “Lata” Razuri decía: “estos cinco excursionistas,/ mozos faites y
de ñeque/ se largarán por las pistas/ en busca del huerequeque”.
Se dieron detalles del paso
de la expedición por Huacho, Barranca, Pativilca, Casma (De la que por su
aspecto lamentable “no puede uno permanecer más que un ratito”). Entre Chimbote y
Trujillo sufrieron un gran susto ya que en la luna posterior del auto les
dieron tres toques misteriosos que no supieron explicar.
Ya en Trujillo, fueron en
busca de los mejores hoteles pero
estaban llenos “El Turismo” y el “Jacobs”, la razón era que “al
dia siguiente debería torear unos mansos de “La Viña” la señorita Conchita Citron”,
logrando hospedarse la delegación en el hotel “Americano”.
Al dia siguiente partieron a
Pacasmayo donde fueron recibidos por personalidades de la localidad, partiendo más
tarde a Jequetepeque al fundo “Faclo Chico” de don Ramón Rázuri (Hermano de
“Lata”), de allí a Guadalupe, Pacanga, departiendo en cada uno de ellos comida
y licor.
Llegando a Chiclayo y que
siendo el último capítulo del relato publicado semana a semana, en forma rápida
y sin más detalles se lee: “Pero ahora, tenemos en cambio la honra de
comunicar a Uds., para los efectos consiguientes, que ya hemos dado con el
sitio en donde cayó el huerequeque.
El huerequeque cayó
fulminado de un escopetazo, a kilómetro y medio de Lambayeque, a los 44 grados
latitud sur y 25 longitud norte, según el meridiano de “LATA” (José Vicente
Rázuri).
A colocar la placa
conmemorativa marcharemos en breve los mismos cinco tipos cuyos nombres y
hazañas conocen nuestros lectores.
Hemos concluido nuestra
misión y, en virtud, vamos a ocuparnos de otra cosa. Que para vicio basta”
En resumen este viaje fue
para confraternizar, comer y beber como los Dioses y lo mejor, mantener en vilo
al lector lambayecano habido de saber donde murió el huerequeque de la canción.
EN LO DEPORTIVO:
El domingo 5 de diciembre de
1928, se inauguró el 1° Campeonato Nacional de Futbol, es por eso que la selección
de Chiclayo se hizo presente como Campeones Regionales (Obtenido compitiendo
frente a las selecciones de Piura y Trujillo).
El entrenador fue el
uruguayo Jorge Domenech, quien fue el que propuso el color celeste en la
camiseta de nuestra selección (como el color que lucieron sus paisanos en las
Olimpiadas de Paris (1924) y Ámsterdam (1928). Además propuso revolucionar la
costumbre de intercambiar ramos de flores por el de salir al campo de juego con
una mascota (Se pensó en un venadito traído de la hacienda Pátapo o lo más
fácil era llevar un cabrito). La partida a Lima fue el 27 de noviembre en el
buque chileno ”Palena” (Construido en 1896 y estrellado y hundido en un
temporal en 1940) quien al dia siguiente ancló en Chimbote y se les dio un par
de horas a los pasajeros para bajar a tierra. Es en esas circunstancias que al
olvidarse la mascota (el cabrito) encontraron en el mercado a una señora con un
huerequeque en brazos, a lo que le ofrecieron comprar, aceptando la venta por 5
soles, pagado gustosamente por el jugador Tato Gayoso. Es así que tuvieron la
mascota deseada y mejor por ser un animal oriundo de la región.
Es con este animalito que se
presentaron al primer encuentro frente a la selección de Ica, en donde su
presencia mereció nutridos aplausos y en donde le anularon a nuestra selección tres goles por
parte del réferi iqueño Márquez.
En esa época el periodista
Eugenio Sosa Farfán dirigía la revista deportiva “Mundo Gráfico” en donde había
una sección titulada “El Olímpico” a
cargo del periodista lambayecano Pedro Reyes Zeña “Pelope” en donde publicó una
caricatura del dibujante chiclayano Raúl Vizcarra, de una parvada de
huerequeques picando al árbitro; también de la llegada de la delegación a Lima.
A partir de allí se comenzaron a llamar a los deportistas de esta zona “Huerequeque”.
Para el IV Campeonato
Nacional de Futbol celebrado en Lima en 1937, la selección de Chiclayo vuelve a
enfrentarse a la de Ica obteniendo un categórico triunfo de 5 contra 2, es por
esta razón que la revista deportiva de Lima “Mundo Deportivo” en el # 47 de la
publicación del 4 de noviembre de 1937 publican una nota de Defunción, donde dan
a conocer que el equipo de futbol de Ica había muerto el domingo pasado “víctima
de la nueva epidemia denominada “huerequequitis” invitando a a los iqueños y público en general al traslado de los
restos del Equipo de Ica hacia Ica. Con esto queda demostrado meridianamente
que ya a los lambayecanos se les llamaban huerequeques.
EN LAS ARTES:
Por los años de 1960 a 1972,
Chiclayo no contaba con un escudo oficial; pero se venía haciendo uso de un
escudo cuya concepción pertenecía al maestro, poeta, pintor, folclorista
Alfonso Tello Marchena, en dicho escudo estaba el Tumi como personaje principal
y en el interior una Cruz con el algodón nativo, un pelicano y el mar, el cual
ya estaba difundido a nivel nacional e internacional, apareciendo en la portada
de la revista “Lambayeque” (1964). Pero es en 1973 que convoca a concurso la
Municipalidad de Chiclayo, resultando ganador el actual escudo que es el
oficial; no saliendo ganador el escudo presentado a dicho concurso por el
profesor Tello Marchena en donde había variantes del que circulara años antes;
estaba un huerequeque y el algodón nativo; perdiéndose de esta manera al no ser
ganador de que figure un huerequeque en el escudo oficial de Chiclayo.
Por otro lado, un grupo de
teatro también tomó el nombre; el Grupo
de teatro “Huerequeque” de Chiclayo, fue creado en 1983 por Jorge Vásquez
Orrego, Gonzalo Rivero (ex integrante del grupo Yuyachkani) y otros miembros
del grupo. En la actualidad vienen realizando por su buen nivel artístico,
presentaciones además de Talleres de aprendizaje teatral (siendo ahora dirigido
dicho grupo por la familia Vásquez Espinoza).
EN LO COMERCIAL:
En 1959 sale a circulación
la revista “Huerequeque”, cuyo Director –editor fue Vicente Nisizaka Mejía
teniendo como Jefe de Informaciones a Alfonso Tello Marchena. Revista que tuvo
mucha aceptación regional y en la capital.
Para la década de 1970 sale
la revista deportiva “Huerequeque” cuyo director fue el Prof. Napoleón Burga Guevara,
teniendo como colaboradores entre otros a Alfonso Tello Marchena, Luis Campos
Colchón, Fernando Noblecilla Merino, etc.
También por esos años
aparece la revista “Huerequeque a todo pico” cuyo Director era Alfonso Tello
Marchena y Co- Director Napoleón Burga Guevara. Y sus redactores entre otros
fueron: Germán Segura Salcedo, Hubert Limo Mendoza, Neptalí Tantachuco O.
Guillermo Ortiz Suarez.
En la década de 1980 aparece
“Huerequeque
Gráfico” cuyo Director era el lambayecano Gonzalo Añí Castillo, (quien
escribió también la novela “Un Psiquiatra en el diván” sobre el caso del
asesinato que cometió en Lima el Psiquiatra Sigisfredo Lusa en los años 60).
En la década de 1980,
Napoleón Burga Guevara saca su periódico
“Gaceta
Lambayecana - Un corazón huerequeque para todo el Perú” acompañado del
dibujo de un huerequeque vendiendo dicho periódico.
En noviembre del 2009, sale
a circulación el periódico “Huerequeque- Prensa Regional” cuyo
Director fue Pablo Flores Yarlaqué.
También en los año 40, 50
existió un pisco y un vino con el nombre de “Huerequeque” , uvas
sembradas en la viña San Agustín en Jayanca, cuyo propietario era el Sr. Jorge
M. Burga O. Recordándose hasta hoy aquel vino jayancano.
Es en los años 80 del siglo
pasado que el Director del grupo “Los Mochicas” forma su propia editora
discográfica con el sello “Huerequeque” con la figura del
animalito como emblema.
EN LO ANECDÓTICO:
El poeta y periodista
Nicanor de la Fuente “Nixa” nos ha dejado el siguiente anécdota:
“El doctor Arístides Pita
que fue profesor de Literatura en el Colegio San José y escribió poesía sonora
y romántica. Fue también un épico bardo amante de los animales. Tenía un famoso
cordel de gallos de pelea y a la vez un huerequeque en su casa de la calle Torres
Paz, en la época en que fuera párroco de La Verónica.
Las veces que lo visitamos,
ya en el declive de su arrogante personalidad, abrumado por los años, le había
tomado cariño al huerequeque, que resultó ser infalible compañero de sus
soledades. Nos contaba una vez, que unos vecinos poco amistosos, se lo robaron
para obligarlo a matar los gallos. Y sonriendo nos mostró el mensaje con el que
lo notificaban.
“le rogamos señor cura/ nos
deje dormir tranquilos/ pues cantan su gallos a oscuras/ y cantan aún
dormidos;/ y como bueno chiclayanos/ aquí va de tete a tete:/ si usted no mata
los gallos/ matamos el huerequeque”.
-Y los mató doctor?
-Nunca. Mis gallos eran mi
propiedad y cantaban en mi corral y matar el huerequeque, era como matar a un
lambayecano. Y no acepto les dije, versos escritos por analfabetos. Pero en
verdad los gallos estaban en el corral de la Iglesia”.
Como se podrá ver, el
huerequeque ha estado presente en la vida cotidiana del poblador lambayecano.
SE HA CONSULTADO:
-Semanario limeño “Buen humor” de los sábados 4, 11, 18, 25 de marzo; 1,
8 y 22 de abril de 1944.
-“Vivir y morir por siempre” Vida y Obra de Alfonso Tello Marchena
(2010).
-“Vuelven Los Mochicas” de Eloy Seclen Neyra (2020).
-El Huerequeque, ave símbolo de Lambayeque” de Pedro Delgado Rosado en
“Umbral” # 2 (2002) UNPRG.
-“El huerequeque: personaje lambayecano” de Nicanor de la Fuente en
Lundero Suplemento Cultural de La Industria de Chiclayo del 29 de junio de
1988.
-“Historia de un huerequeque” de J. Eugenio Castro Correa. Diario La
Indusria de Chiclayo 2005.
-“Tato y el huerequeque” en la columna “Con el Lapiz del recuerdo”
Suplemento Deportivo Campeón del diario La Industria de Chiclayo del 19 de
setiembre del 2005.
-“Fauna silvestre del área natural protegida Batangrande “ de Horacio de
la Cruz Silva 1999.
-“Guía de la vida silvestre de Chaparrí” de Heinz Plenge y Rob Williams
(2005).
-“La Diversidad biológica de Lambayeque” –Gobierno regional de
Lambayeque (2013).
-Archivo personal.