domingo, 21 de abril de 2024

EL HUEREQUEQUE EN LA CULTURA POPULAR LAMBAYECANA


EL HUEREQUEQUE EN LA CULTURA POPULAR LAMBAYECANA



El huerequeque, se ha convertido desde hace muchísimo tiempo en el ave representativa del departamento de Lambayeque, así como lo es el águila calva para los Estados Unidos o el oso pardo para los rusos (salvando las distancias).

El huerequeque, cuyo nombre científico es “Burhinus superciliaris”, también es conocido como Alcaraván peruano.  Es un ave de patas largas y cabeza redonda y grande, es de color gris, vientre blanco, su iris es amarillo y grande. Para 1999 estaba registrada en la evaluación de la abundancia relativa en relación al tiempo como ”Escaso” en el aérea de Batangrande, pero para el 2013 estaba considerada como una especie común de esa zona. Existiendo también estudios de la especie en la zona de Chaparrí. En los pueblos del departamento de Lambayeque, antiguamente se les cazaba al medio dia con la ayuda de un espejo que enfocaban al animal y este cegado por la luz se dejaba agarrar.

Su figura ha estado presente en muchos aspectos de la vida de los lambayecanos, (político, literario, musical, periodístico, deportivo, comercial, anecdótico, etc)  quizás todo comenzó como un apodo hasta que con el tiempo se convertiría en un sobrenombre que fue aceptado gustosamente.



EN LO POLÍTICO:

Se dice que en el siglo XIX  existía una larga y absurda contienda política  entre lambayecanos y chiclayanos (ambas ciudades pretendía tener el poder político  en el departamento, cada ciudad se inclinaba y apoyaba a determinado personaje político en pugna, esperando triunfase para aprovecharse de su victoria  y derivarlo ese triunfo a favor de su ciudad) se les llamaban a los lambayecanos “huerequeques”; nombre que con el tiempo dejó de ser ofensa hasta convertirse en un sobrenombre familiar entre lambayecanos y chiclayanos.

EN LO LITERARIO:

El Dr. Rómulo Paredes cuyo seudónimo era “Monsieur Treville” lo escribía con “G” al igual que don Carlos Camino Calderón en su “Diccionario Folclórico del Perú” (Lima 1945). Pero el común del pueblo continúa escribiéndolo con “H” ya que nos parece suena mejor.

En la poesía lambayecana, están registradas tres composiciones poéticas que le cantan a esa ave:

-“El canto al huerequeque” de Juan Vera Gastulo (“Costumbres y Tradiciones del departamento de Lambayeque” 1981).

“El canto del huerequeque /es una tradición norteña / porque su cantar nos enseña /a gozar del buen vivir (…)”.

-“El Huerequeque” de Martín Lozada Vásquez (“Valle de Zaña” 1997).

“Rey de la noche serena,/ nocherniego empedernido /galán de la luna llena /de las demás su ingreido.(…)”.

-“El Huerequeque” poesía de Alfredo José Delgado Bravo.

“Hijo del viento y la arena/ con plumaje de garúa/ y timideces de niebla/ (…) Encarnación de la noche /en un viviente ceramio /que veneran los zapotes”.



EN LO MUSICAL:

Existen también tres composiciones musicales que le cantan al huerequeque:

-“Huerequeque” marinera de Agustín Monsalve Córdova y Vicente Nisizaka Mejía, la cual fue llevada al disco por el conjunto “Los Mochicas” de don Nicolás Seclén Sampén. Es importante resaltar que en la Glosa, dicho o lo hablado la letra original es en la interpretación de Los Mochicas “De Chiclayo a Lambayeque mataron un huerequeque y del  buche le sacaron un cholo de ñeque”,  posteriormente tanto “Los Chiroques” como “Los Trovadores del Norte” sacaron sus propias versiones desapareciendo el “ñeque”(termino que era un distintivo regional, aludía a los cholos lambayecanos, orgullosos de sus apellidos y por su inconfundible forma de hablar).

“Huerequeque / pájaro limpiador /huerequeque / Pájaro limpiador./ Tu simbolizas mi tierra,/ Pajarito canillón (…) “

El tondero titulado “Mi Huerequeque” de la estudiosa del folclore norteño Edelmira Lizarzaburu.

“Yo tengo un huerequeque / que nadie canta como él, /luce muy bien adornado / con cintas y cascabel (…)”.

Por último el poeta chiclayano Juan José Lora Olivares escribió el Golpe I (en “Con sabor a mamey” 1962) donde rescata a esta ave:

-“(…) Tú tienes tu huerequeqe,/ un colambo tienes tu. / el mío lo tengo en Reque. /El mío está en Monsefú (….)”.



EN LO PERIODÍSTICO:

En el mes de marzo y abril de 1944 el Semanario “Buen Humor” de Lima, realizó una serie de publicaciones de una crónica viajera con el título: “De Lambayeque a Chiclayo mataron un huerequeque y del buche le sacaron un cholo de Lambayeque…” cuyo objetivo al realizar dicho viaje al norte era ubicar el sitio preciso en donde cayó muerto el huerequeque de esta popular canción lambayecana.

Como es sabido, este periódico por su nombre se entiende tenía una línea satírica pero llevada a lo serio. Los lectores chiclayanos se contaban por miles, ya nos imaginamos que en ese lapso de las publicaciones, estaban cada semana ansiosos de saber más sobre esta expedición venida al norte  para conocer sobre este hecho.



Esta Embajada Artística y Científica que salió de Ancón para las tierras norteñas a efecto de ubicar con pitagórica precisión el sitio donde murió el huerequeque estaba integrada por: Eduardo Eckhardt Pastor (Quien proporcionó el auto), José Vicente “Lata” Rázuri, José Muñiz, Leonidas Rivera (Dueño del Semanario) y el Dr. Nicolás Eliseo Cavassa (insigne tocólogo). Y a cargo del timón del Ford, el Sr. Cesar Torreblanca.

Ya con anterioridad José Vicente “Lata” Rázuri, así como el Dr. Cavassa había envíado cartas a sus amistades del norte (Pacasmayo, Guadalupe, Chepén y Chiclayo) avisándoles de tan importante expedición. En uno de los párrafos en verso de una de las cartas enviadas por “Lata” Razuri decía: “estos cinco excursionistas,/ mozos faites y de ñeque/ se largarán por las pistas/ en busca del huerequeque”.

Se dieron detalles del paso de la expedición por Huacho, Barranca, Pativilca, Casma (De la que por su aspecto lamentable “no puede uno permanecer más que un ratito”). Entre Chimbote y Trujillo sufrieron un gran susto ya que en la luna posterior del auto les dieron tres toques misteriosos que no supieron explicar.

Ya en Trujillo, fueron en busca de  los mejores hoteles pero estaban llenos “El Turismo” y el “Jacobs”, la razón era que “al dia siguiente debería torear unos mansos de “La Viña” la señorita Conchita Citron”, logrando hospedarse la delegación en el hotel “Americano”.



Al dia siguiente partieron a Pacasmayo donde fueron recibidos por personalidades de la localidad, partiendo más tarde a Jequetepeque al fundo “Faclo Chico” de don Ramón Rázuri (Hermano de “Lata”), de allí a Guadalupe, Pacanga, departiendo en cada uno de ellos comida y licor.

Llegando a Chiclayo y que siendo el último capítulo del relato publicado semana a semana, en forma rápida y sin más detalles se lee: “Pero ahora, tenemos en cambio la honra de comunicar a Uds., para los efectos consiguientes, que ya hemos dado con el sitio en donde cayó el huerequeque.

El huerequeque cayó fulminado de un escopetazo, a kilómetro y medio de Lambayeque, a los 44 grados latitud sur y 25 longitud norte, según el meridiano de “LATA” (José Vicente Rázuri).

A colocar la placa conmemorativa marcharemos en breve los mismos cinco tipos cuyos nombres y hazañas conocen nuestros lectores.

Hemos concluido nuestra misión y, en virtud, vamos a ocuparnos de otra cosa. Que para vicio basta”

En resumen este viaje fue para confraternizar, comer y beber como los Dioses y lo mejor, mantener en vilo al lector lambayecano habido de saber donde murió el huerequeque de la canción.

EN LO DEPORTIVO:

El domingo 5 de diciembre de 1928, se inauguró el 1° Campeonato Nacional de Futbol, es por eso que la selección de Chiclayo se hizo presente como Campeones Regionales (Obtenido compitiendo frente a las selecciones de Piura y Trujillo).

                                 VAPOR "PALENA" EN DONDE VIAJÓ LA SELECCIÓN CHICLAYANA

El entrenador fue el uruguayo Jorge Domenech, quien fue el que propuso el color celeste en la camiseta de nuestra selección (como el color que lucieron sus paisanos en las Olimpiadas de Paris (1924) y Ámsterdam (1928). Además propuso revolucionar la costumbre de intercambiar ramos de flores por el de salir al campo de juego con una mascota (Se pensó en un venadito traído de la hacienda Pátapo o lo más fácil era llevar un cabrito). La partida a Lima fue el 27 de noviembre en el buque chileno ”Palena” (Construido en 1896 y estrellado y hundido en un temporal en 1940) quien al dia siguiente ancló en Chimbote y se les dio un par de horas a los pasajeros para bajar a tierra. Es en esas circunstancias que al olvidarse la mascota (el cabrito) encontraron en el mercado a una señora con un huerequeque en brazos, a lo que le ofrecieron comprar, aceptando la venta por 5 soles, pagado gustosamente por el jugador Tato Gayoso. Es así que tuvieron la mascota deseada y mejor por ser un animal oriundo de la región.

Es con este animalito que se presentaron al primer encuentro frente a la selección de Ica, en donde su presencia mereció nutridos aplausos y en donde  le anularon a nuestra selección tres goles por parte del réferi iqueño Márquez.



En esa época el periodista Eugenio Sosa Farfán dirigía la revista deportiva “Mundo Gráfico” en donde había una sección titulada “El Olímpico”  a cargo del periodista lambayecano Pedro Reyes Zeña “Pelope” en donde publicó una caricatura del dibujante chiclayano Raúl Vizcarra, de una parvada de huerequeques picando al árbitro; también de la llegada de la delegación a Lima. A partir de allí se comenzaron a llamar a los deportistas de esta zona “Huerequeque”.

Para el IV Campeonato Nacional de Futbol celebrado en Lima en 1937, la selección de Chiclayo vuelve a enfrentarse a la de Ica obteniendo un categórico triunfo de 5 contra 2, es por esta razón que la revista deportiva de Lima “Mundo Deportivo” en el # 47 de la publicación del 4 de noviembre de 1937 publican una nota de Defunción, donde dan a conocer que el equipo de futbol de Ica había muerto el domingo pasado “víctima de la nueva epidemia denominada “huerequequitis” invitando a a los iqueños  y público en general al traslado de los restos del Equipo de Ica hacia Ica. Con esto queda demostrado meridianamente que ya a los lambayecanos se les llamaban huerequeques.



EN LAS ARTES:

Por los años de 1960 a 1972, Chiclayo no contaba con un escudo oficial; pero se venía haciendo uso de un escudo cuya concepción pertenecía al maestro, poeta, pintor, folclorista Alfonso Tello Marchena, en dicho escudo estaba el Tumi como personaje principal y en el interior una Cruz con el algodón nativo, un pelicano y el mar, el cual ya estaba difundido a nivel nacional e internacional, apareciendo en la portada de la revista “Lambayeque” (1964). Pero es en 1973 que convoca a concurso la Municipalidad de Chiclayo, resultando ganador el actual escudo que es el oficial; no saliendo ganador el escudo presentado a dicho concurso por el profesor Tello Marchena en donde había variantes del que circulara años antes; estaba un huerequeque y el algodón nativo; perdiéndose de esta manera al no ser ganador de que figure un huerequeque en el escudo oficial de Chiclayo.

                                                   LOS DOS ESCUDOS DEL PROF. TELLO MARCHENA

Por otro lado, un grupo de teatro también  tomó el nombre; el Grupo de teatro “Huerequeque” de Chiclayo, fue creado en 1983 por Jorge Vásquez Orrego, Gonzalo Rivero (ex integrante del grupo Yuyachkani) y otros miembros del grupo. En la actualidad vienen realizando por su buen nivel artístico, presentaciones además de Talleres de aprendizaje teatral (siendo ahora dirigido dicho grupo por la familia Vásquez Espinoza).



EN LO COMERCIAL:

En 1959 sale a circulación la revista “Huerequeque”, cuyo Director –editor fue Vicente Nisizaka Mejía teniendo como Jefe de Informaciones a Alfonso Tello Marchena. Revista que tuvo mucha aceptación regional y en la capital.



Para la década de 1970 sale la revista deportiva “Huerequeque” cuyo  director fue el Prof. Napoleón Burga Guevara, teniendo como colaboradores entre otros a Alfonso Tello Marchena, Luis Campos Colchón, Fernando Noblecilla Merino, etc.



También por esos años aparece la revista “Huerequeque a todo pico” cuyo Director era Alfonso Tello Marchena y Co- Director Napoleón Burga Guevara. Y sus redactores entre otros fueron: Germán Segura Salcedo, Hubert Limo Mendoza, Neptalí Tantachuco O. Guillermo Ortiz Suarez.



En la década de 1980 aparece “Huerequeque Gráfico” cuyo Director era el lambayecano Gonzalo Añí Castillo, (quien escribió también la novela “Un Psiquiatra en el diván” sobre el caso del asesinato que cometió en Lima el Psiquiatra Sigisfredo Lusa en los años 60).



En la década de 1980, Napoleón Burga  Guevara saca su periódico “Gaceta Lambayecana - Un corazón huerequeque para todo el Perú” acompañado del dibujo de un huerequeque vendiendo dicho periódico.



En noviembre del 2009, sale a circulación el periódico “Huerequeque- Prensa Regional” cuyo Director fue Pablo Flores Yarlaqué.



También en los año 40, 50 existió un pisco y un vino con el nombre de “Huerequeque” , uvas sembradas en la viña San Agustín en Jayanca, cuyo propietario era el Sr. Jorge M. Burga O. Recordándose hasta hoy aquel vino jayancano.



Es en los años 80 del siglo pasado que el Director del grupo “Los Mochicas” forma su propia editora discográfica con el sello “Huerequeque” con la figura del animalito como emblema.



EN LO ANECDÓTICO:

El poeta y periodista Nicanor de la Fuente “Nixa” nos ha dejado el siguiente anécdota:

“El doctor Arístides Pita que fue profesor de Literatura en el Colegio San José y escribió poesía sonora y romántica. Fue también un épico bardo amante de los animales. Tenía un famoso cordel de gallos de pelea y a la vez un huerequeque en su casa de la calle Torres Paz, en la época en que fuera párroco de La Verónica.

Las veces que lo visitamos, ya en el declive de su arrogante personalidad, abrumado por los años, le había tomado cariño al huerequeque, que resultó ser infalible compañero de sus soledades. Nos contaba una vez, que unos vecinos poco amistosos, se lo robaron para obligarlo a matar los gallos. Y sonriendo nos mostró el mensaje con el que lo notificaban.



“le rogamos señor cura/ nos deje dormir tranquilos/ pues cantan su gallos a oscuras/ y cantan aún dormidos;/ y como bueno chiclayanos/ aquí va de tete a tete:/ si usted no mata los gallos/ matamos el huerequeque”.

-Y los mató doctor?

-Nunca. Mis gallos eran mi propiedad y cantaban en mi corral y matar el huerequeque, era como matar a un lambayecano. Y no acepto les dije, versos escritos por analfabetos. Pero en verdad los gallos estaban en el corral de la Iglesia”.

Como se podrá ver, el huerequeque ha estado presente en la vida cotidiana del poblador lambayecano.

SE HA CONSULTADO:

-Semanario limeño “Buen humor” de los sábados 4, 11, 18, 25 de marzo; 1, 8 y 22 de abril de 1944.

-“Vivir y morir por siempre” Vida y Obra de Alfonso Tello Marchena (2010).

-“Vuelven Los Mochicas” de Eloy Seclen Neyra (2020).

-El Huerequeque, ave símbolo de Lambayeque” de Pedro Delgado Rosado en “Umbral” # 2 (2002) UNPRG.

-“El huerequeque: personaje lambayecano” de Nicanor de la Fuente en Lundero Suplemento Cultural de La Industria de Chiclayo del 29 de junio de 1988.

-“Historia de un huerequeque” de J. Eugenio Castro Correa. Diario La Indusria de Chiclayo 2005.

-“Tato y el huerequeque” en la columna “Con el Lapiz del recuerdo” Suplemento Deportivo Campeón del diario La Industria de Chiclayo del 19 de setiembre del 2005.

-“Fauna silvestre del área natural protegida Batangrande “ de Horacio de la Cruz Silva 1999.

-“Guía de la vida silvestre de Chaparrí” de Heinz Plenge y Rob Williams (2005).

-“La Diversidad biológica de Lambayeque” –Gobierno regional de Lambayeque (2013).

-Archivo personal.

 

 


domingo, 7 de abril de 2024

CUANDO VALDELOMAR LLEGÓ A CHICLAYO (1918)

 

CUANDO VALDELOMAR LLEGÓ A CHICLAYO

(1918)

 



Pedro Abraham Valdelomar Pinto (Ica, 1888 – Ayacucho, 1919) fue narrador, poeta, ensayista, dramaturgo, además de periodista y dibujante, máximo exponente del posmodernismo peruano. Se caracterizó por un comportamiento insólito, singular, inclusive, calificado de “extravagante”. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero no se graduó, más bien, como diría Luis Alberto Sánchez en su libro Valdelomar o la Belle Époque (1990), Valdelomar “se doctoró en belleza y en amor”.

En 1918, después de renunciar a La Prensa (diario limeño), Valdelomar decidió recorrer el país para dar conferencias. Inició su travesía por el norte del Perú. De mayo a diciembre, visitó Salaverry, Trujillo, Ascope, Pacasmayo, San Pedro, Guadalupe, Chepén, Zaña, Monsefú, Puerto Eten, Chiclayo, Ferreñafe, Lambayeque, Piura, Sullana, Catacaos, Muñuela, Sechura. Se tiene mayor datos de su paso por Chiclayo y Monsefú. Acerca de Zaña nos dejó esta frase: “¡Oh, Zaña, tus rojas ruinas entre los pantanales y les tomices (sic) tapices?verdes”, o, al referirse a Puerto Eten: “Pueblo que se despierta con estrépito” (tal vez lo dijo en referencia a las locomotoras).

                                                              EL CHICLAYO QUE CONOCIÓ EL POETA

Los temas de sus conferencias fueron variados: desde asuntos patrióticos hasta temas estéticos, religiosos, sociales y literarios. En una de sus conferencias, al hablar del analfabeto, lo equiparó con el bandolero que roba bienes particulares, pues el analfabeto roba el porvenir de una nación. Culminó su disertación con estas palabras: “(…) el Perú está convertido en un país donde el analfabetismo comienza en la aldea serrana y concluye en el Parlamento de la Nación” (qué actualizadas palabras).

Llegó a Chiclayo a mediados de julio, y el 28 de julio de 1918, por la tarde, Valdelomar ofreció su primera conferencia en Chiclayo. Salió del Hotel “Royal” (el de la calle Elías Aguirre, al costado de la iglesia nueva) rodeado de una muchedumbre de admiradores. Según el periódico La Abeja, su conferencia tuvo 1500 asistentes, el tema de su exposición fue “El sentimiento nacionalista”. El discurso de presentación del conferencista lo dio el señor alcalde de la ciudad, José Francisco Cabrera Chirinos, luego Valdelomar leyó versos de González Prada y pasó luego a dar su conferencia.

 

                                                                DIARIO "LA CRÓNICA" DE LIMA

Las entradas se vendieron a un alto precio. ¿Pero por qué la gente pagaba por verlo? Valdelomar lo explica: “Al llegar a una ciudad daba primero una conferencia gratis a los niños de las escuelas; luego daba otra gratis, a los obreros y a la gente del pueblo. Estas dos conferencias gratis me daban réclame para mis conferencias públicas, pagadas a precios muy altos y entonces tenía los teatros llenos”.

Acerca del ambiente intelectual en los lugares que visitó, manifiesta: “Verdadero ambiente intelectual, no”. Sobre Chiclayo, dice: “Esta es una de las ciudades del Perú que puede enorgullecerse de sus dos grandes virtudes, trabajo y patriotismo. A pesar de ser la ciudad del Perú que tiene más periódicos (diez) no existe, verdaderamente, un grupo intelectual definido (…)”.

 


Por motivo de fiestas patrias, el Club “Unión y Patriotismo” organizó un programa cívico en el teatro “Dos de Mayo”. Valdelomar recitó “Marcha triunfal” de Rubén Darío, y, de su inspiración, “Oración a San Martín”. El sábado 3 de agosto dio su segunda conferencia en el teatro “Dos de Mayo”, sobre el tema “El arte en el Perú”. No faltaron los “majaderos” que quisieron molestarlo, también alguna prensa chiclayana no hablaba bien del personaje: El Progreso, de don Cristian Campos, destapó inexplicables enojos al vate, al igual que La Tarde, de don José María Reaño y Bocanegra, y El Tiempo, le regateaba publicidad. En cambio, El País destacó su presencia en la ciudad, y La Abeja lo defendió. Ante tal campaña injusta, su segunda conferencia gratuita la dirigió a los obreros y le dijo: “Vosotros estáis al corriente de la manera injusta y temeraria con que se me ha tratado en ciertos elementos en esta ciudad. Hasta ahora no he hecho otra cosa que difundir la cultura y sembrar ideas y ya estoy cosechando espinas”.

El 7 de agosto dio su tercera conferencia a los obreros, en el teatro “Dos de Mayo”. Previamente se había publicado un folleto por parte de la Misión Social de los Obreros. En él se puede leer: “a mi amigo y colega, el director de La Abeja, en gratitud por sus justas campañas defendiéndome contra los malvados”.

 


Abraham Valdelomar continuó con su gira por el norte. En octubre retornó a Chiclayo, donde seguramente volvió a dar alguna conferencia. Fue invitado a un almuerzo en la casa de don Vicente Maurtua y esa misma tarde se dirigió a Ferreñafe, se hospedó en la casa de don Agustín Torres. Días después se trasladó en tren “Extra” a Monsefú y se hospedó en la casa de don Eusebio Ferré, quien también le ofreció un almuerzo. Dos días después, regresó a Chiclayo y se alojó en la casa de don Juan de Dios Lora y Cordero. En esta oportunidad el Club de La Unión de Chiclayo lo incorporó como “socio visitador”. Días después, en el tren de la mañana, partió a Lambayeque donde le brindó un almuerzo el señor Augusto F. León, diputado de la provincia.

 

                                                                         EN 1918

En octubre, su visita a Monsefú fue apoteósica, con toques de campana, con doble hilera de colegiales, desde la estación del tren hasta el parque principal, tremolaban bicolores banderines y en cada esquina el cuetero Horacio Quispe lanzaba al espacio aquellos carrizos estridentes anunciando el paso de Abraham Valdelomar (con un monóculo en el ojo derecho y bastón de mango), bajo palio (como el Señor de Ramos), pero a pie, junto con las autoridades: el alcalde don José Dolores Escajadillo y sus concejales, los intelectuales venidos de Chiclayo, Manuel Failoc y Falla, el novelista Carlos Castro Romero, el futuro escritor de cuentos cortos Pedro Reyes Zeña (Pelope) y el notable humorista y abogado Rómulo Paredes. Estaban, también, los periodistas de los diarios locales: Benjamín Pisfil Ayala, por El Horizonte; Carlo B. Llontop, Claridades, y Juan de Dios Barrueto, por El Guante, seguidos de los profesores o preceptores de las escuelas de Monsefú.

 

                                                           EN ALGUN LUGAR EN SU VIAJE AL NORTE

En el local del Concejo esperaba un “Homenaje Especial”, que se inició con el discurso del señor alcalde se decía que dicho discurso fue preparado por el R. P. Arístides Pita Matute—, quien, además, fue quien recitó a su turno una quintilla en honor del visitante: “Bienvenido a nuestro suelo, / poeta Valdelomar; / traes la gracia del cielo, / y al Caballero Carmelo, / como gallardo ejemplar”. El poeta Valdelomar quedó “visiblemente emocionado”, según un comentario del diario El Tiempo de Chiclayo, de don Julio Hernández. Luego, Valdelomar disertó acerca de “La idea nacionalista”. Al finalizar su exposición, brindó una conferencia de prensa, luego fue declarado “Huésped Ilustre” y firmó el Libro de Actas.


                                                               EL CURA PITA, QUE LE RECITÓ AL VATE

Por la tarde, visitó el Centro Escolar de Varones, donde los alumnos de quinto grado, en ameno coloquio, le dijeron que Parra del Riego había denominado a Monsefú “La ciudad de las flores”, a lo que Valdelomar les respondió: “Sí, sí, estimados estudiantes monsefuanos, estoy enterado y me adhiero a ese bello y certero epíteto. Yo trataré de darle dimensión nacional”. Promesa cumplida por el poeta en una crónica escrita y publicada al culminar su viaje por el norte, el 7 de diciembre, en la revista limeña Sudamérica.

Cuando estuvo en Chiclayo el 28 de julio, Valdelomar publicó su poema “Angustias”, y en los primeros días de agosto dio a conocer el poema “¡Vengo hacia ti…!”, además del cuento “El perro que se robó una idea”, publicado en el periódico chiclayano El Bien Agrícola. 

Se ha consultado:

1.       Diario La Crónica, Lima, 10 de diciembre de 1918.

2.       “Valdelomar en el norte. La entrevista”, Suplemento “Lundero” de La Industria de Chiclayo, en abril de 2000.

3.       “Valdelomar en Chiclayo”, de César A. Rodríguez, Suplemento de La Industria de Chiclayo, 17 de julio de 1988.

4.       “Valdelomar en Monsefú”, de Alfredo José Delgado Bravo, Suplemento “Lundero” de La Industria de Chiclayo, marzo de 1988.

5.       “Abraham Valdelomar en Chiclayo: ¡Ya estoy cosechando espinas..!”, de Nicanor de la Fuente, Suplemento de La Industria de Chiclayo, 6 de julio de 1980.

6.       “Valdelomar, el Conde plebeyo”, de Juan Barturen Dueñas, La Industria de Chiclayo, 8 de abril de 2000.

7.       “El viaje de Valdelomar por el norte del Perú”, revista Variedades, n.° 562, Lima, 7 de diciembre de 1918.

8.       “Valdelomar: signo”, de Luis Favio Xammar, 1940.

9.       Vida y cartas de Abraham Valdelomar y Luis Varela y Orbegoso, de Osmar González Alvarado, USMP (2005).

10.   La imprenta en Lambayeque, de Jorge Zevallos Quiñones, 1947.

11.   Revista Sudamérica, n.° 51, Lima, 7 de diciembre de 1918.

12.   Algunos datos sueltos tomado de la Internet.

 


martes, 2 de abril de 2024

EL COMERCIO Y LA INDUSTRIA (CHICLAYO 1946)

 

EL COMERCIO Y LA INDUSTRIA (CHICLAYO 1946)



En un viaje realizado por el periodista y dueño del Semanario (publicado en Lima) “Buen Humor”, Leonidas Rivera Calmet (Lima 1895/? –Fue Diputado por Lima en 1950 y a quien el Presidente Odría encarceló y cerró su Semanario), acompañado de su buen amigo José Vicente Rázuri Cortéz (Jequetepeque 1879/Lima 1968- Conocido como “Lata”; humorista nato, periodista, escritor, amigo entrañable de “Nixa” y quien nos ha dejado muchos datos y anécdotas del Chiclayo antiguo ya que vivió en esta ciudad a inicios del siglo XX).




Esas notas sobre aquel viaje realizado en abril de 1946 tanto a Piura, Sullana y Chiclayo, fueron publicadas en varias ediciones del mes de junio en el Semanario limeño “Buen Humor”; nos referiremos solamente a lo que concierne a Chiclayo, escritas por Vicente “Lata” Rázuri quien a pesar de ya haber perdido la vista (1940) nos relata al Chiclayo que a pesar que no lo veía lo sentía en el corazón.

Rázuri nos dice: “La ciudad heroica, acogedora y generosa, tiene el aspecto en pequeño, de una ciudad norteamericana por sus actividades comerciales” y comienza a describir los comercios más importantes de la localidad:

De Juan Cuglievan S.M.A. dice: “Es un portento del surtido y minuciosidad”.

Sobre la Casa “Montenegro” exclama: “Es un almacén que conserva su prestigio de medio siglo. Fue su fundador don Aurelio Montenegro y sostienen su crédito los sucesores, don Carlos y don Rodolfo”.

Al referirse a la “Sociedad Mercantil Canal”  manifiesta: “Cuyo iniciador fue el caballero italiano don Juan Canal, está al cumplir sus bodas de oro.”.



Sobre los Talleres tipográficos de Guillermo Castillo Muro asegura que: “desde Tacna hasta tumbes abarca sus servicios, atendiendo los pedidos que periódicamente se le hacen”.

También menciona los negocios de: J. Eleodoro Landivar Vargas (Motores, dinamos, maquinaria), de Carlos Augusto Castañeda Iparraguirre (Repuestos, grasas y aceites), Antonio Lossio Moncarro (los más vastos negocios), José Domingo Ortiz (Agente de Seguros de la Cia. Internacional), Carlos García Olivera (Reparación de automóviles en su garaje “Victoria” de la Av. Luis González), Lamas y Cia. (Que vende barato y entrega con prontitud), Virgilio Vasallo Limo (Vende artículos de calidad), Olazabal y Navarrete (Son los que más divierten a los niños con los juguetes que venden).

Menciona también a la firma Vda. De Piedra e hijos, Negociación Virgilio Dall”Orso (A cargo de Virgilio Zoeger Dall’Orso), Adán Grillo  con su surtida mercadería, Manuel Ruiz Pérez con su fábrica de escobas y chocolates, Víctor Arbulú con la venta de sus sanitarios; Alejandro Lora y Juan Gamarra Espinoza venden en sus librerías lo último en libros, novelas y revistas.



Santiago Cassinelli y su gaseosa norteña, Woyke y Cia. Quien ofrece lo mejor para la agricultura, vende las más complicadas máquinas y las más resistentes, Santiago Leguía es el hombre múltiple para los negocios, la Agencia Cuneo propietarios de una flota de camiones; Justo Aurelio Vergara con la pastelería y dulcería más antigua de la ciudad.

Menciona a la fábrica y laboratorios de Tomas Becerra donde se producen los más exquisitos perfumes, (desde el Agua Florida hasta la Colonia Atkinson) y sus conservas de frutas “que no desmerece en nada de sus similares extranjeras”



Belisario Baltazar Cabrejos Larreta (Chiclayo1892/Lima1960) abarca muchos ramos: vinos, aguardientes, gaseosas, trabajando también con cueros de res y chivo.

Sobre el hotel “Royal” dice: “Es el establecimiento de más prestigio en el norte del Perú. El confortable alojamiento, la exquisitez de su propietario don Eustaquio Silva; el buen servicio de Restaurant y el no menos del bar (…) hasta el agua de cebada complementan la fama que tiene conquistada el Royal”. Mencionando también al hotel “Europa”.

Sobre el restaurant “El Trebol” expresa: “Es uno de aquellos establecimientos donde se desborda la alegría ante la exquisitez de sus viandas ponderadas”.

Sobre las farmacias dice que la competencia más consagrada corresponde al farmacéutico don Manuel Manrique.

Al referirse a las Empresas de transporte las enumera así:

-Agencia de Camilo Reyes (Atiende ordenes telegráficas para pasajes y carros de carga).

-Agencia Roggero (Con sus ómnibus confortables).

-Empresa “Cruz de Chalpón” (Los propietarios de esta línea se preocupan por establecer un servicio hasta Lambayeque).

Empresa “Propietarios Unidos” (Aunque van de paso para el norte, tiene clientela asegurada en esta ciudad).

Empresa Echevarría con coches Pullman que hacen viaje a Piura.

“Transportes Sudamericanos”, vieja empresa que su línea se extiende hasta Tumbes, atendida por el Sr. Guillermo Loli.

También hace mención a los ingenios azucareros: “En fábricas, Chiclayo está a la cabeza de los pueblos del norte. Sus ingenios de azúcar rivalizan con los de Trujillo y pueden contemplarse la majestuosidad de oficinas como Cayaltí, Tumán, Pomalca, Pátapo y Pucalá”. Concluye mencionando al ingeniero Pardo de Miguel del que dice: “Se trata de un profesional progresista, de un enamorado de la naturaleza y del arte. Surca los aires como aviador, conquistando las selvas de Jaén y construye en Chiclayo el teatro mas espectacular del norte”.

Mediante estas notas periodísticas conocemos en parte, como era el comercio e industria en Chiclayo de esos años.

COMO SE PERDIÓ LA OPORTUNIDAD QUE EL SEMANARIO “BUEN HUMOR” DE LIMA PUBLIQUE UNA EDICIÓN ESPECIAL DESDE CHICLAYO:



En la primera semana de julio el Semanario “Buen Humor” publicó la noticia titulada “Buen Humor en Chiclayo el 28 de Julio” donde daba cuenta que se imprimiría en estos lares una edición de “Buen Humor” y que llegarían el dia 18 para imprimir aquella edición “que tenga sabor de chicha de jora y de arroz con pato” ya que el Dpto. de Lambayeque era “la arteria vital de la circulación de Buen Humor por el norte” (esto nos demuestra la gran acogida del semanario en el público chiclayano).

En su publicación del sábado 20 de julio se publica una noticia triste: “Parece que no será posible imprimir Buen Humor del 28 en Chiclayo”; en donde explican los motivos como que en las imprentan de Chiclayo sería imposible ya que los talleres estaban “Atorados” de trabajos; y en lo que respecta a “fotograbados” los fotograbadores de Chiclayo no tienen donde, con que, ni como trabajar (En esos tiempos las fotos e ilustraciones se hacían en fotograbados para poder imprimirse). Pero de todas maneras la edición Especial se publicó siempre el domingo 28 de julio de 1946 impreso totalmente en Lima, teniendo en su interior algunas páginas referidas al Dpto. de Lambayeque.

Con el título “BUEN HUMOR EN CHICLAYO” se presentaron algunos temas de la ciudad, como el saludo del Sr. Ricardo Miranda Romero y el homenaje de Lambayeque al Mariscal Eloy Ureta a quien en acto público se le entregaría un bastón de oro de 24 kilates. 



Un artículo sobre el cine “Colonial” donde se enumera de la platea Alta los ocho dibujos en alto relieve sobre el criollismo de la región: Caballo de paso, vendedora de verduras, el despanque del maíz, la aradura de la tierra, una procesión indígena que podría ser el Sr. Cautivo de Monsefú o la Cruz de Motupe, la pelea de gallos y el baile negro.

En la Platea Baja, a los costados del écran se aprecia al Quijote cuando ataca al Molino de viento y el descubrimiento de América simbolizado por una carabela de Cristóbal Colón. A los costados de la sala se aprecian personajes de la época Colonial, la fachada de la Escuela de Bellas Artes de Lima y un aspecto de la Iglesia de la Merced de Lima. En el fondo la platea baja, hacia la espalda del espectador esta la figura de la fiesta brava, una calesa ocupada por dos Manolas, volviendo de la Plaza de Acho pasando por el Puente Balta.

Cada una de las plateas con capacidad para 600 espectadores más el “delantero” con capacidad de 500 personas, butaquería ésta, en gran parte confeccionada en la fábrica de muebles “El Hogar” del señor Pedro Blomberg.



Estos y otros datos son dados a la edificación propiedad de los señores José Bolívar y Jorge Carcovich quienes al llegar a Chiclayo allá por 1931, no tenían donde proyectar sus películas dando sus primeras funciones en lo que era la Iglesia nueva abandonada por esos tiempos.

También hay una nota sobre el “Club Lambayeque” de Lima a cuya cabeza estaba el Vicepresidente Ricardo Miranda Romero (Quien en 1927 y 1959 escribió la Monografía del dpto. de Lambayeque) que el sábado 20 de julio había brindado un almuerzo al Mariscal Eloy Ureta M.

Una mención además al Club de la Unión de Chiclayo teniendo como Presidente saliente al sr. Antonio Kuljevan quien junto con su Directiva estaba dejando el hermoso proyecto de un local propio. La Directiva que continuaba el trabajo estaba presidida por el Sr. Eduardo de la Piedra, Santiago Leguía Cárdenas como Vicepresidente, Secretario el Dr. José Ubillus del Campo, Tesorero Sr. Gustavo Coloma, Prosecretario Sr. Gustavo O’Connor, Bibliotecario Sr. Amaro Aguayo, Vocales Sres. M. Arbulú y Arbulú, Ing. Enrique Duthurburu, Manuel Noya Ferré, Ricardo Trujillo C. Haciendo un rápido repaso de la historia de sus inicios.



Una nota final de recuerdos de Vicente “Lata “Rázuri sobre los voluntarios de 1910 (La cual no desarrollo por ser tema de otra publicación).

Así era el Comercio e Industria en Chiclayo por aquellos años, habremos avanzado o nos hemos estancado. Los estudiosos de nuestra realidad socioeconómica lo dirán.

SE HA CONSULTADO:

-Semanario “Buen Humor” de Lima del 8, 15, 22, 29 de junio; 6, 20 y 28 de julio de 1946.

-Algunos datos sueltos del Internet.