LA SEGUNDA INAUGURACIÓN DEL TEATRO
“DOS DE MAYO” DE CHICLAYO
En 1861 a don Felipe Pomar como
mandamás de la Honorable Junta de Beneficencia junto a otros directivos tuvieron la idea de construir para
Chiclayo un teatro de los mas modernos y funcionales. Entre 1863 y 1865
estuvieron acantonados en Chiclayo el regimiento “Lanceros de la Unión” a cargo
del coronel Mariano Ignacio Prado quien inicia la limpieza del terreno que llamaban
la “Huaca del Coliseo” gracias a la donación hecha de dicho terreno por José María
Arbulu y Clerk (Clark para otros) , que era de unos cinco mil mt2 y otro de 45
mt2 comprado a don Gregorio Campos Polo; para el futuro teatro. Don Alfredo
Lapoint manda traer los planos de Francia y con ayuda de suscripciones
populares se hacen los trabajos de su edificación hasta que el coronel Prado es
cambiado y el nuevo jefe continúa dicha labor en forma esporádica, quedando las
paredes a medio levantar. No es hasta el año de 1874 en que la Honorable Junta
de Beneficencia se convierte en Sociedad de Beneficencia Pública de Chiclayo en
la presidencia de José Manuel Maradiegue quien en colaboración de don Alfredo
Solf y Pedro Pablo Bullón se continua con su construcción. Para afrontar los
gastos emitieron 290 acciones las cuales fueron adquiridos por los notables de
la ciudad a un valor de 50 soles cada una.*.
Siendo que en 1877 el Prefecto, capitán
de navío Carlos Ferreyros y el presidente de la Beneficencia Alfredo Lapoint se
concluyeron los trabajos en base a un empréstito de 16,000 que ellos avalaron.
Las utilidades que diera el teatro servirían para atender a los pobres en el
hospital de Nuestra Señora de las Mercedes.
Para su inauguración, el 28 de julio
de 1878 de distribuyeron medallas conmemorativas para tal acontecimiento en
donde se podía leer: “Inauguración del Teatro de Chiclayo 28 de julio de 1878 “y
en el reverso “Siendo padrino el Excelentísimo Presidente de la Republica,
General Mariano Ignacio Prado”; quien estuvo representado por el coronel José Miguel
Ríos, Prefecto del Dpto. y como presidente de la Beneficencia don Pedro Pablo
Bullón y Martínez de Pinillos siendo Alcalde Don José Maria Quiñones y Lastre.
Inauguró el teatro la compañia dramática
española a cargo de Ludgardo Fernandez Gomez con la obra “El derecho de primogenitura”
y la zarzuela “Los Estanqueros Aéreos”; para esa fecha (según Nixa) el teatro tenía
16 palcos de primera fila y 18 de segunda, con capacidad de 6 personas cada uno;
450 asientos de platea y 200 de cazuela. Tenía una hermosa decoración, en el
telón de boca estaba la figura del templo de Vesta (templo romano dedicado a Vesta, la
diosa virgen del hogar ) pintado por el escenógrafo Baldassari.
Para la ocupación chilena a cargo de
Patricio Linch el 24 de setiembre de 1880, estaba sentenciada su suerte a ser
incendiado, pero gracias a las gestiones hechas ante el jefe chileno por
Alfredo Lapoint pudo revocar la orden diez minutos para las dos de la tarde.
Pasada estas acciones bélicas y en
tanto se iba recosntruyendo el pais , en el teatro se iban haciendo arreglos
como sucedió para 1901 que se realiza entre otras mejoras, de la pilastra
izquierda de su fachada a punto de desplomarse por la humedad del subsuelo
producido por un excusado vecino, a cargo del ingeniero Luis País, además se
realiza el traslado de la boleteria con su ventailla para la calle.
En 1903 se hace “Entortar los techos”,
se contrató al Sr. Emiliano Petroni, inteligente pintor escenografo, para la
refacción del decorado, se ordenó traer catálogos para elegir las placas de
zinc con grabados con que se iba a cubrir los techos, entre otras mejoras,
creandose además en la beneficencia de una inspección llamada “teatro”.
En 1904 las compañias teatrales dejan
de venir por miedo a la peste bubónica, pero se continuaba en sus arreglos como
el enyesado de las paredes del proscenio y los camarines de los artistas, el
pintado de cuadros alegóricos para su arco arcónico, un telón de fondo para
“Marina” y otras piezas importantes por el escenógrafo Sr. Amedeo Dell’ Acua.
No se ha podido llevar a cabo por falta de practica y dinero la instalación del
techo de zinc traído desde Nueva York, llegados al Puerto Eten y traidos a Chiclayo
gratuitamente por el ferrocarril gracias al sr. Luis G. Marquina y de la
estación hacia el teatro por el tranvia que administra el sr. José Jiménez.
Por su escenario pasaron muchas compañias
teatrales de prestigio; dramáticas, de variedades, zarzuelas, predigitadores
como el gran Onofroff que se presentó en octubre de 1912 ejecutando complicados
“fenomenos en la gestión de la voluntad” tambien de “Magnetismo, hipnotismo y
fascinacion”.
En 1920 el Teatro fue usado para la
instalación del Congreso Regional del Norte en Chiclayo, sendo prefecto don Moises
Escurra. Congreso donde se toman importantes acuerdos como la creación del
distrito de Pimentel.
Para 1925 por motivo de las fuertes
lluvias caidas en todo el departamento, el teatro así como otros edificios
fueron convertidos en escombros, sus ornamentas y otras piezas decorativas de éste
se perdieron, solo sus muros externos quedaron, era un tanto humillante que
Chiclayo se quedara sin Teatro, aunque hubieron voces que pretendieron su total
demolición. Fue por esos años sustituido para presentaciones teatrales por el
cine “Gaumont” que luego se le cambia de nombre por “Olimpo”, en la calle San
José, costado de la Iglesia Nueva.
Era febrero de ese año segun recuerda
el periodista Jose Arana cuadra que nos dice: “Era febrero, creo, vispera de
carnaval y debutaba en el teatro 2 de mayo una famosa compañia de Dramas española
dirigida por Enrique Borrás y estrenaba una obra famosa “El Cardenal” , yo me
fui a mi cazuela cuando empieza la lluvia, al principio la gente no hacia caso,
cuando de repente por los tragaluces de la cazuela del teatro entra el agua en
torrentes, como un rio, no era lluvia era caudal de agua, entonces nos hemos
bajado a las tumbadas, nos escapamos ya que al poco tiempo se cayó el techo, el
teatro estuvo cerrado varios años” (Tomado de mi libro “Del Chiclayo que se fue” 1993). Sobre este
caso Arana en un articulo publicado en el Suplemento de “La industria “de Chiclayo
agrega: “…Enrique Borrás el insigne actor español vestido totalmente de púrpura
escarlata, capelo, birreta y túnica con cauda, representaba con su continente
figura y su vigorosa voz al protagonista de la obra “El Cardenal” y luego
empezó a llover torrencialmente a cántaros ......”.
Esta desgracia del Teatro (por las
lluvias de 1925) que estuvo cerrado por muchos años hasta que el 13 de febrero
de 1931 la Sociedad de Beneficencia Pública de Chiclayo, su Inspector de Bienes
Urbanos Sr. Manuel F. Del Castillo Muro pide se emprenda la reconstrucción del
Teatro invocando la filantropía del pueblo chiclayano y del apoyo de la Junta
Pro Desocupados; hubo voces que decian que el el teatro era una “pocilga de
ratas” y mas practico era destruirlo. Ante estas discrepancias se nombra una
comisión de cuatro miembros para ver si era factible su reconstrucción, asesorados
por el arquitecto Víctor Mora, quien da un informe positivo al respecto. El
primer escollo que encuentra esta iniciativa es la negación de ayuda por parte
de la Junta Pro- desocupados la cual aconseja se dirija la solicitud a la “Central
Distribuidora de Fondos del Perú” que para suerte era miembro de ella Ramón
Aspillaga Anderson quien consigue cinco mil soles mensuales para que la Junta
Pro Desocupados los asigne exclusivamente para la reconstrucción del teatro, se
comenzó a poner cimientos de piedra a todos los muros del edificio, y gracias a
que el presidente accidental de la Junta Pro Desocupados era un chiclayano el sr. Pedro Delgado
Gutiérrez, es que le pone todo su empeño pero lamentablemente a los cuatro
meses deja esa presidencia y esos fondos son designados al adoquinado de varias
calles de la ciudad por parte del nuevo presidente de dicha Junta a pesar de
las reiterados reclamos para que reconsidere pero sin lograr su objetivo. Es en
estas circunstancias que el Sr. Del Castillo logra se nombre el “Comite de
Sociedad de Beneficencia Pública de Chiclayo Pro Teatro Dos de Mayo” compuesto
por cinco miembros que se encargarían de conseguir los fondos para continuar
con la obra de reconstrucción. Estaba compuesto por el sr. Miguel Arbulú
Gonzales como Presidente, el Sr. Ettore Piermatei, Pedro Cardoza, Enrique Ibáñez
y el Sr. Del Castillo.
Desde la prefectura en sus
respectivos periodos el Sr. Antonio Ruiz Bravo Y Eloy Ureta unieron sus buenos
oficios. El Sr. Arbulu Gonzalez es llevado a la presidencia de la Beneficencia
y el Sr. Del Castillo asume la presidencia de dicho comite. Ante la fuerza de
la opinion publica, la Junta Pro Desocupados reconoce que es importante no solo
el adoquinado de las calles sino tambien el Teatro y acuerda continuar los trabajos,
pero sin intervencion del comite de la Beneficencia, quien viendo que lo
importante era la continuación de la obra acepta ese pedido.
Aunque con el pasar de los meses el
dinero de Pro desocupados fue insuficiente y es entonces que el Comite de la
Sociedad de Beneficencia de Chiclayo se empeñó en conseguir dinero y con la
ayuda de don Pedro Delgado Aurich organizan una Corrida de toros que arroja
como resultado la suma de unos mil soles oro, luego hubo algunas funciones de
circo que dieron unos cientos de soles mas. Viendo que era imposible conseguir
dinero para la compra de butacas (Para las lluvias de 1925 las que se pudieron
rescatar se vendieron a un cine) se da una iniciativa de vender los asientos
platea a las personas que gustan sentarse comodamente al ir al Teatro y los que
las compraron lo hicieron sin exigir la propiedad permanente sobre el asiento. Además,
el Sr. Arbulu Ibañez dona siete mil cañas y el Alcalde Puente el telón de boca
y compra 50 butacas. **
Se llega el dia esperado, aquel 28 de
enero de 1934, siendo presidente de la Beneficencia Pública de Chiclayo el Sr.
Pedro Delgado Aurich, presentandose una actuación Literario-Musical dirigida
por la Srta. Piedad de la Jara. Apadrinan la ceremonia inaugural el Presidente
de la Republica Oscar R. Benavides con la sra. Tomasa Aurich de Montero, el Telón
de boca apadrinan el Sr. Miguel Arbulú Gonzalez y la sra. Coya Muro de de la Piedra.
y como Maestro de ceremonias estuvo don Manuel F. del Castillo. Volviendo a la
vida por segunda vez el Teatro de los chiclayanos. no obstante las inclemencias
del tiempo y algunos hombres vuelven firmes e indestructibles sus muros
imborrables en su contextura histórica.
Para finalizar diremos que en 1936 se
gastaron S/. 1624.50 en abrir dos puertas de escape hacia la calle Vicente de
la Vega, el 11 e setiembre se produjo un incendio que felizmente fue controlado
causando poco daño, estando asegurado el edificio por la Cía. De seguros
“Italia” por diez mil soles, quien habría reconocido los daños por el valor de
S/. 1,249.50.
Esta es una Reseña de nuestro Teatro
“dos de Mayo” con nuevos datos para futuros estudios al respecto.
*Con respecto
a estos bonos, para 1891 la mayor parte de las personas que suscribieron este
emprestito para la construccón del Teatro “Dos de mayo” los cedieron a la
beneficencia para apoyarla ante la crisis economicas en especial para afrontar
las averías sufridas en el cementerio de Patazca a consecuencia de las lluvias
de 1884 y 1891. Siendo 41 bonos de Sebastían Dall’Orso; de Jose Maria Quiñones
y Lastre, Eusebio ferré y de Santisteban Salazar 6 de cada uno, Felipe Rentería
5, Pablo Valle, Justiniano Paz y Sebastian Puccio 4 cada uno, varios de 2 y 1
bonos haciendo un total de 101 bonos. Existen dos anecdotas en los extremos de
donacion y no donacion: Sebastian Dall’Orso el que dona el mayor numero de
bonos lo hace con la condición que la Sociedad de Beneficencia Pública
conservara el mausoleo de su hermano Emilio. En el otro caso don Juan de Dios
Lora pidió el pago de los suyos mas intereses, iniciando acción legal que
despues de siete años consigue que la Corte Suprema le reconozca a sus
herederos quienes cobraron en setiembre de 1898 la suma de S/. 4,345.90
** Fueron
392 butacas vendidas a personas naturales e Instituciones (Una compró 50
butacas, otra 15, dos 12 butacas c/u, dos 10 butacas c/u, tres 6 butacas c/u,
seis 5 butacas c/u, cinco 4 butacas c/u, tres 3 butacas c/u, ochentaiocho 2
butacas c/u y ciento diez y ocho una butaca c/u. Entre los que aportaron fueron:
-Concejo
Provincial de Chiclayo 50 butacas -M. F. Del Castillo 15 butacas - Juan Cuglievan
10 butacas –Colonia china 6 butacas – Nicolini Hermanos S.A. 5 butacas –
Sociedad Agricola Pomalca limitada 5 butacas -Grace i Cia. 3 butacas (sigue).
Dos butacas:
Cine Iris, M. Waldisphul, Empresa de Luz eléctrica de Chiclayo, Dr. J. M.
Barandiaran, Pedro Baca, German Klinge, Mario Bazan, Adolfo Richter y Sra.
Gremio de Matarifes, Max Gorbitz y Sra., Andres Cassinelli (sigue).
Una butaca:
Diario “El País”, Ricardo Checa Odar, E. Landivar, Adan Grillo, Casaretto
Hnos., Petita Lombeira, Baldomero Nepo, Usabro Maoki, Cafe “Mikado”, Centro
Deportivo “Espinar”, James A. Yarrow, Dr. Romulo Paredes, Eloy Ureta, (sigue).
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
-Memorias de
la Beneficencia Publica de Chiclayo para los años 1901, 1903,1904 publicadas en
el “Registro Oficial de Fomento” Lima
-“El Teatro
dos de Mayo- Breve reseña histórica” de Pedro Reyes Zeña 1934
-“Del Chiclayo
que se fue” de Miguel Diaz Torres 1993
-“Como nació
el teatro dos de mayo” de Glicerio Garcia Campos en el Suplemento de “La
Industria” de Chiclayo del 8 de junio de 1980.
-Teatro “2
de mayo” Monumento Nacional de Nicanor de la Fuente “NIXA” en Suplemento
Lundero del diario “La Industria# de Chiclayo del 29 de setiembre de 1985.
- “Apuntes
para la historia del teatro en Lambayeque” de Jose Arana Cuadra en Suplemento
de aniversario del diario “La Industria” de Chiclayo de fecha 17 de febrero de
1977.
- Ilustraciones:
Grupo de facebook “Antiguas fotos de Chiclayo” .
-Medalla conmemorativa
de inauguracion del Teatro dos de mayo de propiedad del coleccionista
chiclayano David Cotrina Becerra.
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